Entrevista / Eduardo Galeano / 'Nos unimos o estamos fritos'

AutorJaime Reyes Rodríguez

Los latinoamericanos parecen destinados a la ignorancia y el rencor mutuos, no están unidos y poco se ha avanzado en lo que resulta elemental y urgente, asegura Eduardo Galeano.

"Unirnos para defender juntos los precios de nuestros productos en el mercado internacional; unirnos para enfrentar juntos a la gran banquería que domina a nuestros gobiernos; y unirnos para afirmar, juntos, nuestro derecho a ser", dice.

Además, Galeano muestra preocupación por los montos de dinero que se destinan al armamento en vez de resolver problemas de alimentación y salud, y por la cantidad de horas que el hombre dedica al trabajo, algo que le parece falto de sentido común.

"En los países más desarrollados, Estados Unidos o Japón, cada vez se trabaja más horas, y cada vez se consumen más y más píldoras calmantes del dolor de vivir para trabajar, en lugar de trabajar para vivir", agrega.

Finalmente, el escritor y periodista uruguayo comenta que cada vez hay menos espacio para la expresión independiente y se avanza hacia el monopolio total en el periodismo.

"Hay que defender y multiplicar los pocos espacios todavía abiertos a la expresión libre, desobediente a las órdenes de esa gran máquina de mentir que son los más poderosos medios de comunicación masiva", comenta.

-¿Sigue siendo necesaria la hermandad de los pueblos latinoamericanos?

O nos unimos o estamos fritos. También esto es un imperativo de sentido común, que es, como se sabe, el menos común de los sentidos. Mucho se discursea sobre la unidad, pero poco se hace.

Los latinoamericanos parecemos destinados a la ignorancia mutua y al mutuo rencor. Poco se ha avanzado en lo que me parece lo más elemental y urgente.

-Actualmente, ¿qué problemas globales le preocupan más?

Citemos sólo un par de ejemplos: el caso de los gastos militares y el caso de los horarios de trabajo. El mundo destina cada día 2 mil 200 millones de dólares a gastos militares. ¿Cada día? Sí, no es una errata. Ese fortunón se destina a la guerra, o a la preparación de la guerra, una cacería donde el cazador y la presa pertenecen a la misma especie. Pues bien, ¿no sería de sentido común dar mejor destino a ese dineral?

Según los cálculos más cuidadosos de los organismos internacionales, bastaría con dos semanas de esos gastos militares para dar alimentación, techo y medicamentos a todos los niños del mundo que no tienen comida, vivienda, ni salud. ¿Dos semanas? Sí, tampoco esto es una errata. Apenitas dos semanas durante las cuales el mundo...

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