Entrevista / Carlos Monsiváis / La política del Cronopio

AutorGustavo Aréchiga

Hubo noticias. Obras anónimas y redactadas al hilo sobre paredes y callejuelas que luego Cortázar vació dentro de sí para escribir:

"La lucha de un puñado de pájaros contra la Gran Costumbre. Manos livianas las trazaron con la tiza que inventa la poesía en la calle, con el color que asalta los grises anfiteatros. Aquí prosigue la tarea de escribir en los muros de la Tierra: el sueño es realidad".

Eso precisamente, lo de realidad y sueño, o sueño real, o realidad soñada es el juego político del escritor de Rayuela que, según Carlos Monsiváis, convivió con Cortázar una vez que viajó a Cuba, en 1961, para conocer de cerca la Revolución.

A pesar de los pesares con la posmodernidad y todo ese discurso de no definiciones, ¿cómo identifica el sentido político de Cortázar? ¿Vertiente izquierda, mediocre militancia, postura literaria...?

-A Cortázar no se le aplica con facilidad una etiqueta política, entre otras cosas porque su identidad es radicalmente literaria y porque llega relativamente tarde a la defensa de las causas. Sin embargo, en su etapa última son clarísimas sus definiciones: de izquierda revolucionaria, partidario de Fidel Castro y del sandinismo, antiimperialista, enemigo frontal de las dictaduras militares, simpatizante de la lucha armada en el Cono Sur. Y esta es una descripción, no una etiqueta.

Cortázar decía que el contacto con la Revolución Cubana le había dejado un dolor profundo, ya que reveló su poca conciencia política. ¿Qué se deriva de este contacto? ¿Cómo influye en su obra?

-Creo que el entusiasmo por la Revolución Cubana lo compromete a un activismo político, no literario. Creyó en Fidel Castro, eso influyó en su vida, y la Revolución modificó su ideal de la realidad presente y la realidad deseable. Pero el tema de la Revolución no es en él una obsesión formal, ni es jamás una consigna que predique desde sus textos literarios.

Pero en un cuento, "Graffiti", por ejemplo, escribe sobre la lucha de un puñado de pájaros contra la Gran Costumbre. En "Reunión", Cortázar logra simbolizar al ya emblemático "Che" Guevara; en "El Perseguidor" analiza la misma moneda al revelar a un Johnny Carter antagonista al símbolo gringo imperialista...

-Nada más distante de Truman o Eisenhower que el jazzista Charlie Parker (la raíz de Carter). El Perseguidor es, y me...

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