Entrevista / César Nava / Volver a la senda del triunfo
Staff
A sus 35 años, el presidente nacional del PAN, César Nava, enfrenta su primer gran reto electoral el 4 de julio y se juega su futuro.
Si su partido retiene Tlaxcala y Aguascalientes y logra obtener al menos otra Gubernatura de las 12 en juego, podrá aspirar a repetir en la dirigencia, ya que su mandato de un año y cuatro meses culmina en diciembre próximo, o bien, postularse como candidato a Jefe de Gobierno capitalino.
El ex secretario particular de la Presidencia, quien tomó las riendas del PAN tras la renuncia de su antecesor Germán Martínez por la derrota de 2009, reconoció en entrevista que las 14 elecciones locales de julio son una oportunidad para volver a ganar elecciones.
Perdió ya una primera oportunidad en la elección de Yucatán, el 16 de mayo, donde el PRI arrebató la capital Mérida que el PAN gobernaba desde 1991, aunque con menor ventaja de lo que se pronosticó.
El reto, subrayó el también diputado federal, no es fácil ante la degradación de las condiciones que rodean las elecciones. Afirmó que las alianzas que ha hecho su partido con el PRD en casi la mitad de las entidades podrían ser un dique ante las prácticas que consideró ilegales de muchos de los gobernadores del PRI.
¿Qué se juega el PAN en las próximas elecciones?
Las elecciones del 4 de julio representan la oportunidad de regresar al camino de la victoria. Hemos dejado atrás la experiencia de 2009, postulamos a los mejores candidatos y lo hicimos en unidad. Más allá de eso, las elecciones representan un plebiscito entre el México del pasado que se resiste a morir -encarnado en los gobernadores que se han enseñoreado como los nuevos virreyes- y el país del futuro que no acaba de nacer. El PAN quiere ser un instrumento para que los ciudadanos concreten sus aspiraciones de cambio y dar lugar a la transición ahí donde un solo partido ha gobernado por más de 80 años.
¿Cuáles son las condiciones que rodean a las contiendas electorales?
En la gran mayoría de los estados en contienda, es notoria la ausencia de condiciones para la realización de elecciones auténticamente libres. La injerencia de los gobiernos estatales, el desvío de recursos públicos, la falta de autonomía de los órganos electorales, el control de los medios de comunicación y el uso de las policías como brazos políticos son el común denominador.
Cualquier ciudadano que vaya a Pachuca, Puebla, Oaxaca, Veracruz o Culiacán...
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