Entregas en caliente / La sociedad secreta de Oriente

Hace mucho, mucho tiempo, una mujer llamada Sadira escapó del castillo de arena en donde la habían hecho prisionera. En aquellos tiempos existía todavía un imperio llamado Persia y las cosas eran muy distintas a como las conocemos hoy. Salvo una cosa: el deseo sexual. En todas las épocas de la humanidad ha existido la necesidad de satisfacer ese impulso salvaje, pero también racional que junta los cuerpos y produce sensaciones que difícilmente pueden ser traducidas en palabras.

Sadira podía ser una excelente compañera sexual y muchos hombres la deseaban, querían ver ese cuerpo moreno y voluptuoso retorciéndose sensualmente de placer sobre el piso alfombrado de cojines. Pero ella no dejaba que nadie la tocara y, al rechazar al jefe militar máximo, se condenó a pasar algunos años, sola, en una celda oscura e incómoda.

Hasta que un día escapó y atravesó desiertos y montañas sin otro deseo que encontrarse con el amor de su vida. Se trataba del gentil y joven príncipe Yosafat, quien fuera su amigo de la infancia y a quien le juró amor eterno. Lo buscó durante 10 años. La belleza de Sadira menguaba, pero no su deseo de entregarle su virginidad al único a quien había entregado su corazón.

Un día, en una isla muy al sur, encontró a Yosafat. Pero lo que encontró no se parecía en nada al hombre que ella recordaba. Yosafat era un hombre gordo y papadón, vulgar, comía con la boca abierta, festejaba sus continuas flatulencias con un dedo levantado al aire, era además un gobernante prepotente que usaba todas las riquezas del pueblo para construirse castillos de oro mientras los demás morían de hambre. Por supuesto, en cuanto Yosafat vio a Sadira la quiso para él. Ella, agotada por el largo viaje y amarrada a la promesa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR