Entregas en caliente / La horda dorada

AutorGuillermo Hérdez

En un abrir y cerrar de ojos, Paco Jones se reencontró con Rebeca y luego la perdió nuevamente. El mensajero observa cómo la mujer que más ama y desea, inconsciente cabalga sobre las piernas de la cabecilla de una caterva de bandidos. La lideresa de los asaltantes la va desnudando para después deleitarse cuando le lame los senos y le acaricia las nalgas.

Una viejita, tártara también, se acerca a Jones:

-No son tan malos como parecen. Nosotros le debemos mucho a esa mujer. Está haciendo por nosotros lo que ningún hombre se ha atrevido a hacer en siglos: no permitir que los rusos nos sigan humillando.

La viejita le explica a Paco que Sashenka es la lideresa del movimiento "La horda dorada", un grupo de independentistas tártaros que pretenden recuperar la dignidad, las tradiciones, costumbres y sobre todo, los territorios de sus ancestros.

-Cuando se den cuenta de que su chica no es rusa sino extranjera, dejarán de hacerle daño. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo sobre la hija del ministro.

Otra viejita escucha la conversación y se acerca.

-No le haga caso a esta señora. "La horda dorada" es muy peligrosa, suelen hacer salvajadas con la gente que secuestran. Hacen un rito orgiástico que ellos llaman Sabantuy donde hacen sacrificios al dios Sol y a los espíritus de sus ancestros. Dicen que para garantizar la fecundidad de su ganado, la preservación de su descendencia, y la fertilidad de sus tierras. Para mí que solo lo hacen para divertirse y abusar de la gente inocente. Eso es lo que van a hacer con su mujer y con la otra chica.

Las dos mujeres arengan en una típica discusión acalorada entre tártaros y rusos, mientras Paco sabe que no puede quedarse con los brazos cruzados; que debe actuar rápido. Comienza a caminar hacia...

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