Entregas en caliente / ¿Que yo hice qué?

AutorGuillermo Hérdez

Paco Jones despierta dentro de una casa de campaña. Hace frío, está desnudo y metido en un sleeping. Alrededor de él no hay nadie, sólo escucha afuera algunas cabras que pasan por ahí moviendo sus campanas y los ladridos de los perros ovejeros. ¿En dónde estoy? Es la primera pregunta que Jones se hace. Y con razón. Busca su ropa, pero no la encuentra, asoma la cabeza fuera de la casa de campaña y se da cuenta de que está en un cerro, más allá hay una fogata apagada, en el suelo una cantidad considerable de condones usados, botellas de cualquier cantidad de vinos y licores. Parece el suelo después de un concierto del Tri. Jones se arrastra cubriendo su desnudez con el sleeping. Tampoco hay ropa afuera, deberá ir así, medio desnudo, hasta encontrar alguna pista de su paradero y a alguna alma caritativa que le preste unos chones y le explique en dónde diablos está.

Pero no tiene tiempo de eso. Apenas ha caminado algunos pasos, ve a unos metros a dos policías municipales que llevan esposados a cuatro viejitos, también en cueros, que aunque arrastrados van muy contentos cantando "¡Se le hizo fácil, pero nada en esta vida es fáaaacil!".

~Ahí va otro degenerado, ¡agárralo!, ¡es el líder! ~grita uno, el otro comienza la carrera y Paco Jones no tiene otro remedio que dejar caer el sleeping que le cubre sus zonas pudendas y adentrarse en los matorrales.

Mientras corre, la memoria se le aclara poco a poco. Recuerda una reunión extraña con unas viejitas que resultaron ser unas ninfómanas hippies que le echaron algo a su bebida. Luego la cosa se puso intensa. Jones recuerda un viaje en carretera con una mujer desnuda montada sobre su miembro ardiente mientras otras dos le rozaban...

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