Entregas en caliente / Desvirgar

AutorGuillermo Herdez

Rebeca está furiosa. Acaba de ver a Paco Jones follando de lo lindo con Refugio, una de las tantas soldaderas que se encuentran en la selva chiapaneca. Los dos llegaron ahí escapando en una avioneta que se estrelló en lo más espeso de la selva Lacandona. Todo estaría bien de no ser por dos cosas, más bien tres. Rebeca perdió parcialmente la memoria y ahora piensa que apenas tiene dieciocho años y es virgen, uno. Dos, han sido atrapados por un comando revolucionario al mando del comandante Pistilo Roquefort, luego de que el comandante anterior se fuera con la doctora Hawkins. Tres, Refugio, una hembra tremenda, se trepó a lo alto de un árbol para que Paco Jones se la follara de lo lindo.

Eso es lo que tiene furiosa a Rebeca. Eso, y el hecho de que ella se había prometido guardarse casta y pura para la noche de bodas que, imaginaba, tendría con Paco Jones. Claro está que eso no es cierto. Sin embargo, el choque en la aeronave trastocó algo en la cabecita de Rebeca. Para colmo, el comandante Pistilo ha ido hasta donde ella está y le ha pedido que la siguiera.

Es tanto el enojo de Rebeca que considera seriamente pagarle a Paco Jones con la misma moneda. A fin de cuentas, el comandante no está de mal ver. Bueno, eso es lo que ella supone porque su cara no la ha visto: está cubierta por un pasamontañas. Sin embargo, su cuerpo dista mucho del de Paco Jones. Su novio es correoso pero flaquito. El comandante, en cambio, se nota macizo, cuadrado y fuerte.

Rebeca no lo duda más. A la mitad de una vereda se voltea de golpe y besa al comandante. Éste sorprendido, la aparta de sí. Rebeca no puede creer que la rechacen. Por eso da un par de pasos...

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