Entregas en caliente / Competencia desleal

Paco Jones está más conflictuado que nunca en su vida. Al parecer acaba de aceptar el ofrecimiento de director general de la empresa de mensajería Entregas Express, puesto que hasta ahora, pertenecía a Rebeca, su prometida. Él había llegado ahí para abogar por los intereses de su jefa, no para quitarle la chamba. ¿Qué le podía decir ahora? Cómo le iba a explicar que además de haberse follado a la comandante de la policía en el helicóptero mientras pretendía entregarle el anillo de compromiso, al ir a buscarla a su casa, de paso se había follado a la señora que plancha y ahora aceptaba el puesto que le pertenecía a ella porque mientras le otorgaban el nombramiento, él estaba gozando la mejor felación que jamás le habían dado en la vida. ¿Qué le iba a decir? "Perdóname, mi reina, todo fue una mala interpretación, Callejuelas creyó que me puse feliz por el nombramiento, pero la verdad es que yo lo estaba teniendo en la boca de Adela. A mí jamás me interesó quitarte la chamba, discúlpame, mi amor, te lo juro".

Paco hubiera querido jamás pararse en la oficina de la avenida Reforma e irse directamente al aeropuerto para ver si alcanzaba a Rebeca antes de tomar su vuelo y ahí, seguramente debajo de las turbinas de algún avión evitando su partida, pedirle disculpas de una vez por todas y rogarle que se casara con él; que ella era la mujer de su vida, pero eso habría sido imposible porque al final de cuentas, Rebeca nunca llegó al aeropuerto. Una llamada telefónica la hizo desviarse de su camino y ahora, después de media hora de haber llorado amargamente y hablado pestes de todos los hombres, se encontraba dentro de un jacuzzi, en el pent-house de un edificio moderno de...

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