Entregas en caliente / Choque de culturas

La enemistad entre los pieles rojas y la familia del sheriff Conrad Páez tiene orígenes inciertos y antiguos; incluso anteriores a la fundación de ese poblado cerca de Anchorage, de donde es sheriff este terrible hombre. Como todos sus antepasados, Conrad Páez es machista, misógino y violento. De hecho, es algo común en ese territorio frío y lejos de la civilización. Como muchos de quienes emigraron hace tiempo, los antepasados de Conrad Páez creyeron que las tierras a las que llegaron les pertenecían sólo por el hecho de estar ahí.

El caso es que los antiguos pobladores llegaron a un enorme valle que, en esa época, era el territorio donde se habían asentado los Tlingit. Pese a todos los prejuicios que pueda haber, esta tribu era civilizada, le gustaba el diálogo y, aunque tenían costumbres y rituales ancestrales, lo cierto es que respetaban a sus mujeres y defendían la libertad de cada uno de sus miembros. El problema no sólo estuvo en que los emigrantes quisieron la propiedad de la tierra, sino que Hans Páez, el más antiguo de los parientes del actual sheriff del que se tiene registro, se enamoró de Yamilé. Y ella de él.

Se encontraron una noche cerca del río. Ella le enseñó cómo resistir el impacto del agua fría una madrugada en que, tras besarse, ella se despojó de su túnica. Ordenó a la Luna que le enviara los rayos justos para iluminar la punta de sus pezones, la curva que desde su cintura se convertía en cadera, la abundante pelambrera de su vagina. Le dijo a Hans que debía respirar profundo, después vaciar sus pulmones y, justo entonces, saltar a las aguas. Como él estaba absorto viendo el diminuto triángulo que se...

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