Entregas en caliente / Una boda en la familia

Paco Jones camina hacia el altar para tomar su lugar. Minutos después, al fondo del pasillo, acompañada de su padre, se acerca Sandy siguiendo la marcha nupcial. Sandy, quien durante años ha sido el amor de la vida de Mikel Jones, hermano de Paco.

Los invitados observan a la bella novia, quien ha elegido un traje blanco casi transparente que deja ver su figura voluptuosa e insaciable, constreñida ahora por un vestido de pureza y entrega total.

Jones es testigo culposo de la escena. Mikel, con elegante frac de novio, le lanza una mirada furtiva de nervios. Paco, desde el sitial del padrino, levanta los pulgares y con ese movimiento le da ánimos para lo que viene.

Paco no puede olvidar lo que ocurrió el día que conoció a Sandy, su futura cuñada, un mes atrás. Ella, acostumbrada a saltar sobre cualquier hombre para saciar su sed de sexo descontrolado, quiso devorar a Paco en cuanto éste entró a su casa. Nadie la detuvo, nadie dijo: "cuidado, ahí va una loca desquiciada a arrebatarte todas tus energías vitales".

Sandy arrastró a Paco hasta su alcoba, como ella ya estaba desnuda, Paco no pudo contener su erección pues Sandy estaba hermosa y deliciosa con esos pezones cafés y esas caderas con las que podría cargar una canasta de pan. Se quedó hipnotizado por el pelambre mojado que Sandy se masajeaba con los dedos húmedos y sin saber cómo ni cuándo ni a qué hora, ella ya estaba hincada frente a él, sujetando el gran miembro de Paco con la mano izquierda, como si fuera un cigarrillo, metiéndolo y sacándolo frenéticamente de su boca, mientras con la otra mano se agasajaba el propio centro de placer.

-No puedo hacer esto -dijo entonces Jones, por primera vez en su vida. Y se apartó de Sandy, que no estaba...

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