Entra con miedo al bote

CORRESPONSAL

LOS ÁNGELES.- COMO BUENA celebridad llegó a la Corte: rodeada de medios de comunicación, e ingresó a la cárcel como si fuera un testigo protegido: sin que nadie pudiera captarla.

Lindsay Lohan ingresó ayer con miedo a la prisión en medio de un fuerte sistema de seguridad que impidió por aire y por tierra a los medios de comunicación captar el momento en que la estrella entraba a las instalaciones del Century Regional Detention Facility, en Lynwood, California.

La actriz fue sentenciada por la jueza Marsha Reve a 90 días de cárcel por violar la libertad condicional y conducir bajo estado de ebriedad en 2007.

Primero, Lohan fue a entregarse a la Corte Superior de Los Ángeles, en Beverly Hills, a donde llegó 10 minutos tarde y acompañada de la abogada Shawn Chapman Holley, quien retomó el caso luego de que había renunciado el viernes pasado y la había sustituido Robert Shapiro.

Una noche antes de su ingreso, decenas de medios se apostaron en la Corte y en la entrada de la prisión para captar a Lohan.

Y lograron su cometido, pero sólo mientras entraba al tribunal, acompañada por su mamá Dina y por su hermana Ali.

Ya dentro, la actriz escuchó la confirmación de la sentencia por parte de la juez, y, al finalizar, oyó a su padre Michael Lohan gritar: "¡Te queremos, Lindsay!".

De igual manera Holley declaró el sentir de Lohan tras escuchar las últimas indicaciones de la juez.

"Ella asumió la responsabilidad. Tiene miedo como cualquiera lo tendría, pero está igual de decidida y lo está haciendo", dijo...

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