Enseñan a no jugar con fuego

AutorIsrael Rivera

No importan los obstáculos ni el esfuerzo incesante, por evitar que los niños mexicanos sufran quemaduras severas causadas por descuido, la Fundación Michou y Mau está dispuesta a emprender las acciones que hagan falta.

Y es que, tras diez años de lucha, la organización continúa trabajando para conseguir su objetivo más importante: la prevención de accidentes, porque si de algo están seguros es de que las quemaduras pueden evitarse.

"Si no queremos niños quemados tenemos que enseñarlos a que no se quemen, debemos enseñarlos a evitar riesgos, pero lamentablemente no existe esa cultura en México, nunca nos han enseñado cómo no quemarnos", lamentó Virginia Sendel, presidenta de la fundación.

Por ello, Michou y Mau y la cadena de restaurantes Toks lanzaron el programa "No TQ-Mes", cuya finalidad es generar conciencia en niños y adultos sobre los riesgos de las quemaduras y recaudar fondos para continuar con los trabajos de apoyo.

A través de manteles individuales con juegos y áreas para iluminar los niños aprenderán a prevenir accidentes, mientras que los adultos podrán apoyar el programa mediante la compra de tarjetas, con un costo de 10 pesos, en las cuales se incluyen consejos sobre qué hacer en caso de quemaduras.

Además de que en los restaurantes habrá alcancías para que toda persona que quiera pueda hacer un donativo a la fundación. La campaña estará vigente hasta el 30 de noviembre y en ella participan las 77 sucursales de la cadena distribuidas en el País.

Los logros

En 1998, Sendel creó la fundación luego de que en el invierno de 1997 su hija Michel y su nieto Mauricio perdieran la vida en un incendio provocado por las luces navideñas que permanecieron encendidas toda la noche.

Tras una década de lucha, la organización ha logrado el traslado de 887 niños quemados al Hospital Shriners en Estados Unidos, especializado en ese tipo de casos, en el cual reciben atención médica, rehabilitación y apoyo psicológico de forma gratuita hasta los 18 años.

La única condición es que ellos paguen su traslado durante todo el tratamiento, el cual tiene un costo de entre 10 mil a 20 dólares, de ahí la necesidad de buscar apoyo económico a través de donaciones, para evitar que los niños mueran por falta de atención.

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