Ensayos de la naturaleza
| Autor | Enrique Blanc |
En la era de Nip/Tuck y el auge de las cirugías reconstructivas, el freak ha dejado atrás su aislamiento para fincar sus esperanzas de regeneración en los avances de la tecnología. En términos musicales, esto podría ser equivalente a canjear una predilección por un estilo como el punk, por otro que privilegia la música electrónica y que más bien persigue la reinserción social. Argumento descabellado a primera vista, pero que guarda una fiel correspondencia con la forma en que varias figuras del ámbito musical han adoptado a través del tiempo un culto hacia el freak. A continuación, un repaso por los ejemplos más elocuentes.
El grupo musical que de mejor manera expuso el estado de insatisfacción que marca el destino de confinamiento al que se relega al freak fue el grupo de Chicago The Dwarves (Los Enanos), quienes se inventaron una imagen falsa, haciendo creer a sus seguidores que el grupo consistía en dos bellas mujeres y un enano, cuando en realidad se trataba de un cuarteto de instrumentistas. Quizá lo mejor de su propuesta era el arte impreso en las portadas de sus discos. Por ejemplo, el elocuente Blood Guts & Pussy (Sangre, tripas y vagina), el álbum que les editó el visionario sello Sub Pop en 1990, mostraba a estos tres personajes completamente desnudos y bañados en sangre. Con el mismo ánimo escandalizador, The Dwarves Must Die, de 2004, llevó su atrevimiento aún más lejos, a la esfera religiosa: en su tapa, el enano aparece crucificado, con corona de espinas sobre su cabeza y sostenido por tres mujeres sin ropa. Los títulos de las canciones del grupo son otro indicio de su exagerado perfil artístico: Demente, Masacre, Debemos tener sangre.
Hábitat natural del freak es el mundo distorsionado que Marylin Manson exhibe en los videoclips producidos a propósito de sus canciones. Un territorio de pesadilla en el que se dan cita tremendos seres. El deforme por naturaleza que transmuta en cyborg, es decir, en aquella criatura cuya obsesión por la tecnología lo ha llevado a alterarse físicamente, semejando a muchos de los freaks que pueblan las cintas de ciencia ficción, o bien, las novelas de William Gibson. Muestra de ello es el clip de The Beautiful People... También su versión de Sweet Dreams, cuyas imágenes están alteradas por el uso de distintas lentes que las desfiguran, dando la impresión de que las facciones de Manson y sus músicos son disformes. Otro ejemplo de ello son las escenas de Tourniquet, en las que la combinación de...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba