Enrique Krauze / Una historia de Covid

AutorEnrique Krauze

Más de mil personas mueren diariamente en México por Covid. Todas dejan tras de sí una historia de desamparo.

Martha creció con su numerosa familia en una colonia popular de la Ciudad de México. Tiene dos hijos: Michelle, de 17, y Josef, de 11. Trabaja de cocinera en una casa particular. Desde hace algunos años había vivido separada de Rubén, su marido, un hombre de cuarenta y dos años que se ganaba la vida como taxista.

Al inicio de la pandemia, Martha comenzó a recibir noticias alarmantes de su colonia. Mucha gente conocida se estaba muriendo. Su tía Esperanza, de cerca de 74 años, enfermó. Había llegado de Acapulco a la casa de varios pisos donde viven generaciones de familiares suyos y algunos inquilinos. Murió cuando iban a llevarla al hospital. El acta de defunción registró "complicaciones respiratorias". Les dieron la caja con sus cenizas. Cuatro de sus hijos y varios nietos se hicieron la prueba de Covid y salieron positivos. Los vecinos quisieron quemar la casa.

Otra tía, Irma, murió el 17 de enero. Tenía 78 años. Sus hijos se reunieron con ella en su casa del Estado de México para pasar la Navidad. Eran unas siete personas. Enfermaron ella y su hijo, de aproximadamente 48 años. Los dos fueron hospitalizados y el diagnóstico en ambos casos fue Covid. Murieron con un día de diferencia. Fueron incinerados. En las actas de defunción se asentó que Irma murió por derrame y su hijo por Covid. Otra hija se enfermó también, pero afortunadamente se salvó.

Por esas fechas, Martha recibió la noticia de que Rubén había contraído Covid y estaba verdaderamente grave. El médico de la familia dijo que era neumonía. Lo aislaron, una hermana enfermera pidió licencia en su trabajo para cuidarlo. Rubén tenía problemas crónicos en los pulmones. La hermana quiso llevarlo inmediatamente a la clínica donde trabaja para intubarlo, pero no pudo tomar esa decisión porque sus padres -acabados de llegar de su pueblo, en el Estado de México- tenían dudas. Era ya muy noche. Martha y sus hijos se fueron a dormir en la mayor zozobra.

Al día siguiente, muy temprano en la mañana, Martha trasmitió a sus allegados la noticia: "En la madrugada falleció el papá de mis hijos, no pudieron despedirse siquiera de él". Días más tarde, detalló las circunstancias de esa muerte. Los padres se negaron finalmente a que fuera a un hospital o al Seguro Social. "Sabemos que, si se lo llevan, no lo volveremos a ver". Se referían a ver a su hijo...

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