Juan EnrÃquez Cabot / Post Revolucionarios...
| Autor | Juan EnrÃquez Cabot |
Dicen algunos, que se han muerto, para luego ser revividos, que salen de sus cuerpos y se auto-observan de manera pacífica. Por desgracia, y por intervención médica, luego han de regresar a sus maltrechos cuerpos para seguir sufriendo. Éste es fenómeno que parece ocurrirle con más y más frecuencia a nuestro bien amado Presidente...
Observamos uno de estos episodios este 20 de noviembre cuando, celebrando la muerte de la décima parte de la población en brutal conflicto, declaró que ahora mismito se requieren cambios tan profundos como los que ocurren durante una revolución. Buen mensajito dado el precedente de 1810, 1910 y la tradicional centenaria paciencia del pueblo mexicano. Claro el Preciso apuntó que quiere que estos cambios "ocurran de manera pacífica". Pero el fondo del mensaje es fascinante. Quien ostensiblemente lleva las riendas del país nos dice que las cosas han llegado a tal grado de corrupción, violencia e injusticia que se justifica y requiere una revolución. Que como están las cosas no se puede. Que el modelo actual es insostenible. Que se requiere una sublevación social. Éste es el tipo de retórica que uno esperaría del Sup Marcos o del Peje, mas no de un Presidente a medio periodo. Pero bueno, él tiene más información que cualquiera de nosotros...
Y por eso tan distinguidos servidores públicos como don Fernando Gómez Mont, Conde de Bucareli, le siguen la línea al Presidente. En su discurso revolucionario el secretario de Gobernación instó a las masas a "erradicar un sistema de privilegios que no atiende al beneficio social". Caray ¿de quiénes estará hablando? ¿Y a quiénes les tocaría "erradicar un sistema de privilegios que no atiende al beneficio social"? Habría que consultarle a don Diego Fernández de Cevallos y a uno que otro beneficiario por parte de programa exención masiva de impuestos "apoyas a mi partido y a mi persona" que lideró el senador Santiago Creel para proteger a pobre e indefensa empresita televisiva. Pero bueno, ahora gracias al revolucionario Gómez Mont sabemos que: "no basta con reformar las instituciones formales también se debe hacer con las prácticas cotidianas, los prejuicios inamovibles, y la negligencia irresponsable". Ni en las épocas del PRI existía tal claridad de pensamiento y transparencia de propósito gubernamental.
Claro, siempre hay algún despistado que no entiende la línea presidencial. Cuando el Nobel de Economía Stiglitz osó opinar que México es país que demostró mayúscula...
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