Enmudece Tenancingo ante tráfico de mujeres

AutorLuis Alegre

EL NORTE / Tlaxcala

TENANCINGO.- Aquí no hay casas de citas, prostíbulos, "teibols", puteros, pero están los que surten a las muchachas que trabajan en los bares de mala muerte de Tlaxcala, Puebla, Tijuana y la Ciudad de México, incluso hay quienes las llevan hasta Estados Unidos.

Como los Flores Carreto. Entre enero y febrero del presente año, fueron detenidos en México y Estados Unidos 10 integrantes y cómplices de esta familia, cuya banda era conocida como "Los Lenones".

Las autoridades federales mexicanas señalan a esta familia como presuntos traficantes de mujeres que luego eran prostituidas en Estados Unidos y la identifican como una red que operaba de Tenancingo al barrio de Queens en Nueva York.

Los Flores Carreto tenían al menos 10 años dedicados al lenocinio, captando mujeres, unas convencidas, otras engañadas.

Pero si uno pregunta en voz alta sobre el tema a los vecinos de este pueblo de 10 mil 492 habitantes -según el último censo del INEGI-, nadie sabe nada.

"Nunca había oído de eso, ni he recibido denuncias sobre el particular", aseguró el Alcalde Matías Pérez.

"Ni idea de que hubiera una banda de lenones en el pueblo", reiteró.

Los agentes de la Secretaría de Gobernación y de la Agencia Federal de Investigaciones tienen una idea más clara: 12 bandas dedicadas al lenocinio operan entre los poblados vecinos de Mazatecochoc, San Pablo del Monte, Acuamanala y particularmente Tenancingo.

Un reporte de esta investigación, al que se tuvo acceso, identifica a las organizaciones familiares como "Los Cabeza de León", "Los Sordos", "Los Conejos", "Los Petroleros", "Los Rockers", "Los Panes", "Los Gayosso Rojas", "Los Quetzal", "Los Rojas Pérez", "Los Martínez Carreto", "Los Ormado" y "Los Flores Carreto o Los Lenones".

Que en Tenancingo mucha gente está metida con este tipo de redes de prostitución, es "vox populi", admitió el párroco del vecino pueblo de Mazatecochoc, Hugo Hernández.

Sin embargo, la Iglesia católica poco puede hacer ante ese tipo de problemas, agregó el sacerdote. "Esa gente no se acerca a nuestra religión", apuntó.

Su fe es de otro tipo. Por ejemplo, cuando los efectivos de la Agencia Federal de Investigación entraron a la casa de los Flores Carreto en este pueblo, encontraron un altar a la Santa Muerte, como acostumbran los secuestradores y narcotraficantes.

Que en Tenancingo haya bandas dedicadas al lenocinio parece sorprender a los 17 policías del pueblo. "Han de ser mentiras", aseveró sonriente Gregorio González...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR