Enfrenta Brasil epidemia de crack

AutorAlberto Armendáriz

Corresponsal

RÍO DE JANEIRO.- Las prostitutas que se pasean por la rua da Gloria se alejan ni bien ven las esqueléticas figuras que se acercan deambulando como zombis por la noche. Son seis adictos al crack que caminan por el centro de Río de Janeiro en busca de su dealer, quien aparece en una moto y nerviosamente les vende la droga a sólo 2 reales (un dólar) la dosis. Con desesperación, los drogadictos -entre los que hay dos mujeres muy jóvenes, una de ellas embarazada- se esconden en la entrada de un restaurante cerrado y comienzan a fumar este derivado de la cocaína utilizando unas latas de gaseosa como pipa.

"Antes era más fácil conseguir piedras en el morro y nadie nos molestaba. Ahora la Policía ocupó el lugar y nos persigue como cucarachas", dice "Chico" antes de que la droga empiece a tener efecto y sus palabras se vuelvan incomprensibles.

Se refería a la ocupación de la vecina favela del Morro de Santo Amaro que hasta hace unos meses era galería abierta para la venta y el consumo del crack en el centro carioca. En mayo, más de 100 agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad tomaron el lugar como parte de un programa federal para combatir el crack que luego desplegó equipos de asistentes sociales, psicólogos y médicos. No obtuvieron resistencia de los narcotraficantes que controlaban la zona, pero fueron recogidos 101 adictos, 12 de ellos adolescentes. "Cracolandias" aún más grandes que ésta todavía se pueden encontrar en las favelas de Jacaré y Manguinhos, en el norte de la Cidade Maravilhosa, y en diversos puntos de Brasil.

"El crack hoy es una epidemia en nuestro país; es un problema de salud que ha tenido un alto número de registros en los últimos años, comienza a aparecer en todas las regiones y deja de estar limitado a un grupo de personas para diseminarse por diferentes sectores de la población", reconoce a REFORMA el Ministro de Salud, Alexandre Padilha.

Aunque no hay cifras oficiales sobre los consumidores de crack en Brasil, la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito estima que unas 900 mil brasileños son usuarios de cocaína y sus derivados; y el anterior Ministro de Salud, José Gomes Temporão, durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, ha señalado que unos 380 mil brasileños consumen crack regularmente.

Ante la gravedad de la situación, en diciembre de 2011 la Presidenta Dilma Rousseff lanzó el plan "Crack, es posible vencerlo", para el cual destinó 2 mil 500 millones de dólares hasta 2014. Y una de...

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