Enfocan 'sueño' en regresar a EU

AutorJorge Ricardo

Leobardo Ávila García es cocinero en un casino de Dolan Springs, Arizona. También tiene una pequeña empresa de ollas llamada Princess House, un condominio de 80 mil dólares que lleva pagado a la mitad y un acre de terreno que compró en 12 mil dólares para el cultivo de nopales. Tiene dos hijos y una esposa a la que le enseñó a leer y a escribir en español.

Tiene todo eso. Aunque, en realidad, no tiene nada. Después de 15 años de trabajar sin descanso -en su tiempo libre buscaba otros empleos- y sin obtener la residencia estadounidense, el paisano fue expulsado del sueño americano con nada más que 150 dólares, un celular, un reloj blanco, una identificación y cuatro llaves en la bolsa.

Es la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, puerta 52, llegadas internacionales, un lugar pulcro y frío, como sala de hospital, al que cada martes arriba a las 11:20 horas un vuelo con unos 130 mexicanos esposados y sin agujetas.

De los 2 millones 629 mil 32 connacionales deportados desde 2009, cuando Obama llegó a la Presidencia de EU, a la fecha, 36 mil 388 han sido deportados vía aérea como parte del Procedimiento de Repatriación al Interior de México.

Dicho acuerdo establece que la Agencia de Control de Inmigración y Aduanas de EU se encargará del transporte aéreo de los repatriados a la Ciudad de México, y el Instituto Nacional de Migración cubrirá el costo del transporte terrestre de los connacionales hasta su lugar de origen.

Uno de ellos está ahogado en llanto.

"Mi hermanita", le dice Leobardo a la joven que lo aprieta del cuello como si este reencuentro en realidad fuera una pesadilla. Cuando se repone, el migrante dice que su sueño es regresar de nuevo a Estados Unidos, pero que lo ve muy difícil.

"Mi esposa va a venir para acá, yo creo", dice, sin agujetas y aún sobándose las muñecas.

Apenas llegan al aeropuerto mexicano, los agentes migratorios entregan a los paisanos las cosas que portaban cuando fueron detenidos y un "kit del migrante": un morral, un sándwich, una botella de agua, una barra de trigo, un chocolate, un jugo, una manzana, una constancia de repatriación, una tarjeta telefónica de 50 pesos, un gel antibacterial, unos Pingüinos Marinela, una guía para conseguir empleo y un boleto de autobús para quienes van fuera de la Ciudad de México.

Luis Fernando Pérez Azcárraga, encargado del programa del lado mexicano, explica que a los deportados por avión se les elige por su perfil, su lugar de origen y sus...

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