Escrutinio/ Los enemigos de mis enemigos...

AutorSergio Lujambio

...son mis amigos. Así reza un antiquísimo refrán popular árabe. Es muy pragmático en el corto plazo, aunque es falaz. En realidad no hace falta el refrán para darse cuenta que solemos ser así no sólo para la guerra sino en nuestra cotidiana convivencia.

Asumimos que los amigos de nuestros amigos pueden ser amigos nuestros, aunque resulta después que las afinidades con que congeniamos con unos, son distintas que las que unen a nuestro amigo con aquel otro, con el que podemos llegar a tener diferencias muy sustantivas. Igualmente ocurre cuando pensamos que los amigos de nuestros enemigos son nuestros enemigos también, pues las causas que enemistan a unos con otros, toda vez conocidas suelen ser verdaderas idioteces que nosotros jamás hubiéramos suscrito y asumido como propias. Cualquier combinación de las anteriores es altamente prejuiciosa en cualquier caso.

Revisando el asunto Afgano-Talibano-Osamesco, encontramos este juicio/pre-juicio, presente todo el tiempo. Osama era enemigo de los soviéticos, ergo: los gringos lo ayudaron a pegarle a los soviéticos a él y hasta a los talibán. Ahora resulta que los talibán en toda su lógica fanática consideran a los gringos (y a Occidente en general), el Gran Satán. El Ayatollah Jomeini, Ghadafi, y varios másde todos aquellos que se pelean por el derecho de origen al dominio de Jerusalén, han contribuido a esta visión exacerbando, con sabe Dios que oscuros propósitos (intuibles, desde luego y no exactamente religiosos sino más bien económico-políticos) los ánimos de otros, más primarios, para que hasta la vida ofrezcan por la magnífica causa, invocando a Dios, cada cual o al menos invocándolo por el nombre que cada cual le dé.

Hace poco tiempo tuve ocasión de conversar con una visitante vasca "nacionalista". Por razones laborales fue destinada a trabajar en nuestro México. Estando aquí, se hizo novia de un "extranjero", es decir un catalán. El círculo de amigos expatriados de éste último que ya llevaba más tiempo, a su vez también un "catalanista de hueso colorado", era de muchos extranjeros, en esa lógica...

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