Encuentros con México/ La Ciudad de los Angeles
| Autor | Ricardo Diazmuñoz y Maryell Ortiz De Zárate |
Por primera vez vamos a sugerirle la posibilidad de conectar dos rutas que en parte integran un circuito en la sierra poblana. Puede empezar por la Ruta de la Flor, o por la que ahora presentamos y cruza dos capitales provinciales: Puebla , la siempre deslumbrante Ciudad de los Angeles y Tlaxcala , sorprendente e inagotable en varios días a pesar de su pequeña extensión.
Decidimos llamar a este itinerario la Ruta de las Maravillas simplemente porque se inicia con la maravilla de un sueño y termina con una maravilla de la naturaleza; además porque a lo largo del trayecto la montaña y la campiña están ornamentadas con frecuencia por esa humilde y bellísima . oor color naranja, en ocasiones amarillenta, de nombre "maravilla" (calendula of . cinalis , de la familia de la árnica), también conocida como ". or de todos los meses é; las raíces, tallo, hojas y . ores de la planta tienen numerosos usos medicinales, sus propiedades y principios activos realizan maravillas en el organismo humano. Por otra parte, la pequeña . or está relacionada con la leyenda del Señor de las Maravillas venerado en la ciudad de Puebla y en Zacatlán de las Manzanas . Asimismo encontraremos, de trecho en trecho, diversas maravillas, tanto naturales como producidas por mujeres y hombres.
Si no puede realizar el circuito en un solo viaje, le recomendamos que lo haga en varios . nes de semana sucesivos, pero no deje de hacerlo, regresará maravillado.
Puebla (a 125 Kms; una Hora Veinte Minutos)
La ciudad de Puebla , también conocida como la "Angelópolis", existe gracias a un sueño. Cuenta una leyenda, dada a conocer por el padre Francisco Florencia en el año 1647 en su obra "Narración de la Maravillosa Aparición é, que al señor obispo de Tlaxcala , don Julián Garcés, se le aparecieron en sueños numerosos ángeles quienes le indicaron que a muchas leguas de su templo se encontraba un maravilloso lugar atravesado por cristalinos y apacibles ríos. Los señores celestiales le mostraron la hermosa campiña, la misma que el padre Garcés recorrió con minuciosidad mientras dormía. Estando ahí los ángeles descendieron hacia él y con un cordel realizaron el trazo de una nueva población.
Al día siguiente el obispo de Tlaxcala despertó muy de madrugada y en compañía de religiosos del convento de San Francisco inició su peregrinaje por las tierras vecinas hasta que llegó al paraje de su sueño. Hicieron alto en el lugar y erigieron una choza, que según algunos investigadores es aledaño a la...
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