Encuentros con México/ Un ámbito apasionante
| Autor | Ricardo Diazmuñoz y Maryell Ortíz de Zárate |
"En lo ancho de la vida van formando numerosos cruzamientos los senderos"
Efrén Hernández
San Andrés Calpan
A 12 kilómetros de Huejotzingo; 15 minutos; a 19 kilómetros de Cholula; 20 minutos
En una región que linda con los volcanes y que antaño olía a manzanas casi todo el año, está enclavado otro de los conventos franciscanos más cautivantes del Siglo 16 en territorio poblano. La portada plateresca del templo de San Andrés (1548) posee una magnificencia pocas veces alcanzada y una extraña y evocadora combinación de sentimiento lúdico y profunda religiosidad.
Las capillas posas, consideradas las más bellas del País, lucen una iconografía magistral tallada en piedra; las imágenes ejercen una contundente fascinación en quien las contempla. Frente a tanta perfección nuestra avidez estética se colma. El especialista George Kubler afirmó, refiriéndose a las capillas, que "en ningún otro monumento del Siglo 16 en México hay una decoración tan elaborada de escenas en relieve".
A la izquierda de la fachada del templo se encuentra la capilla dedicada a la Virgen María; aquí, los ojos se impregnan de tres temas marianos esenciales en la enseñanza del catecismo: la Anunciación, la Ascensión y los Siete Dolores. Es una capilla deslumbrante, un espejo del pensamiento y el sentimiento religioso de la época.
A la derecha se erige la capilla asignada a San Juan Evangelista; predominan las figuras de Dios Padre, los medallones que envuelven a los cuatro evangelistas y un ángel llamando con un corno, evidente invitación a escuchar los Evangelios. En este mundo dentro de otro mundo, lo imaginario se ciñe a las motivaciones de los predicadores.
Adosadas al muro de acceso al atrio se encuentran, a la izquierda, la capilla adjudicada a la veneración de San Francisco, a la derecha, la dedicada a San Miguel. En la primera destacan los escudos franciscanos rodeados de monogramas, los dos escudos circunscritos por ángeles de llamativa presencia y la estatuilla de San Francisco de hinojos; el conjunto es testimonio irreductible de la orden religiosa que inició la conquista evangélica de Mesoamérica; en la segunda se muestra el consabido combate del Bien contra el Mal: el demonio derrotado a los pies del arcángel de la Fe, flanqueado por Gabriel, arcángel de la Anunciación, la Pureza y la Resurrección, y Rafael, arcángel de la Curación y la Consagración.
En otra cara de esta capilla encontraremos tallado con una fuerza expresiva muy teatral, el Juicio Final; Cristo...
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