Encienden luz de esperanza

MÉXICO, DF.-LAS ESCALINATAS del Ángel de la Independencia, en donde los turistas suelen tomarse la foto, se iluminaron antes de las 20:00 horas con centenares de veladoras de colores, con llamas de esperanza que luchaban por mantenerse encendidas contra el viento y simbólicamente contra la inseguridad.

La estampa coronaba para el Ángel un día intenso. Por la mañana, cuando se iniciaban los preparativos de la marcha, grupos inscritos en paseos guiados subían los 173 escalones para llegar hasta el pedestal en donde yace el monumento alado.

A las 17:20, cesó una intensa lluvia que durante 30 minutos mantuvo a miles de asistentes a la marcha, identificables por las prendas color blanco, agazapadas bajo cornisas o dentro de restaurantes.

Tras la lluvia, un mar de gente ataviada de blanco ocupó todos los rincones de los carriles de Paseo de la Reforma.

Rebasados por la multitud, los integrantes del comité organizador de la marcha denominada Iluminemos México inició el paso, no a la vanguardia, sino sumergida entre el éxito de la convocatoria, reflejado en centenares de miles de asistentes, que seguían llegando al Ángel, para iniciar, a esa hora, la caminata al Zócalo.

"Vengo, no por mí, que me han asaltado, sino por los que han muerto víctima de delincuentes", contó José Luis Martínez, vecino de Indios Verdes, mientras ondeaba una bandera nacional.

Antes de la lluvia, cuatro grupos de jóvenes del comité organizador instalaron igual número de mesas y sobre cada una desplegaron la tela blanca de un rollo de 500 metros, sobre la cual colocaron plumones, para que cualquier persona que se acercara escribiera un mensaje.

"Muerte a secuestradores", "Queremos paz", "Oremos por el regreso de la paz", "Fin a la impunidad" e infinidad de leyendas sobre pancartas.

A las 18:13, una brisa que amenazaba con transformarse en otra lluvia, que ya no cayó, obligó a los asistentes a comprar a los vendedores ambulantes capas de plástico para protegerse.

Las diferencias sociales, económicas y educativas se borraron y los miles de ciudadanos que marcharon en la Ciudad se fundieron en una inmensa ola blanca que llegó al Zócalo capitalino.

En el Zócalo la confusión y los desacuerdos fueron evidentes: cada...

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