De la 'enchilada' al muro

AutorNayeli Ceceña Álvarez

La búsqueda de una reforma integral y la construcción del muro en la frontera representan el inicio y el final de la relación México-Estados Unidos en la agenda migratoria de este sexenio.

A principios del 2001 las pláticas entre Estados Unidos y México para alcanzar un acuerdo migratorio avanzaban; ambos países se mostraron dispuestos a lograrlo.

México le apostó a lo que el entonces canciller Jorge G. Castañeda llamó la enchilada completa, que contemplaba la legalización de los indocumentados que ya vivían en Estados Unidos, la creación de acuerdos de empleo temporal, el otorgamiento de visas de residente, la cooperación bilateral en la frontera para disminuir la violencia, y la generación de oportunidades de desarrollo en las comunidades de origen.

Sin embargo, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 cambiaron radicalmente las prioridades de Estados Unidos; su agenda interna giró hacia la seguridad, y la posibilidad de un acuerdo migratorio con México se desvaneció.

Fue hasta el 2005 que el tema volvió a cobrar fuerza en la clase política estadounidense y que iniciativas importantes en la materia fueron propuestas en el Congreso.

Iniciativa Sensenbrenner

El 16 de diciembre de ese año, la Cámara de Representantes aprobó y turnó al Senado la propuesta de ley HR-4437, conocida como iniciativa Sensenbrenner en honor al congresista que la impulsó (Frank James Sensenbrenner).

Aprobada con 239 votos a favor y 182 en contra, la iniciativa Sensenbrenner contempla, entre otras medidas, reforzar el control en los centros de trabajo, aumentar las penas por tráfico de indocumentados, elevar a rango de delito la presencia indocumentada en Estados Unidos, y que la policía estatal pueda remitir indocumentados a autoridades federales.

Para convertirse en ley, la iniciativa debe ser aprobada por el Senado y firmada por el presidente George Bush.

La iniciativa Sensenbrenner provocó protestas en Estados Unidos por parte de inmigrantes y pro-inmigrantes. Desde principios de marzo hasta principios de mayo de este año hubo marchas, plantones y manifestaciones en contra de las medidas propuestas en el Congreso.

Una de las mayores movilizaciones fue la del 10 de abril, ese día se registraron protestas en 102 ciudades estadounidenses en las que más de 2 millones de personas salieron a las calles.

El 1o. de mayo se convocó a "un día sin inmigrantes"; consistió en un llamado a la población migrante para que no acudiera a sus lugares de trabajo o...

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