Encara Kosovo futuro incierto

AutorIrene Savio

Corresponsal

Con una población de poco más de 2 millones de habitantes, con 90 por ciento de albaneses y 91 por ciento de musulmanes, con corrupción, con 120 mil serbios, con inseguridad y con una cifra de desempleo que afecta al 60 por ciento, Kosovo es hoy el mayo desafío para Europa.

La compleja arquitectura demográfica de los Balcanes es consecuencia de su ubicación histórica como lugar de choque de aquellas grandes placas tectónicas que fueron los imperios austriaco y otomano en el siglo 12.

Los eventos en la región, sin embargo, se empezaron a complicar con la desaparición del Mariscal Tito y la implosión de Yugoslavia, que frustró las ambiciones de Slobodan Milosevic, a quien no se le ocurrió cosa mejor que abolir en 1989 el estatuto de autonomía que Kosovo tenía dentro de Serbia.

Los albanokosovares, molestos, iniciaron primero una apuesta pacífica por la independencia, liderados por Ibrahim Rugova, cuyos planes se vieron luego frustrados por la fundación del Ejército de Liberación de Kosovo, que inició en 1996 una guerrilla contra los serbios a la que correspondió a su vez una represión del Gobierno serbio.

En 1999, intervino la comunidad internacional con la OTAN, y entre marzo y junio de ese año, esa fuerza impuso el retiro de las tropas serbias y colocó la región bajo la protección de la ONU.

Así Kosovo se fue transformando en lo que es hoy: compuesto en su mayoría por ciudadanos de origen albanés, en la región viven también 5 por ciento de serbios y 2 por ciento pertenecientes a otras etnias que ya no estarán bajo la soberanía y protección de Serbia.

La ciudad septentrional de Mitrovica, muy próxima a la frontera del norte con Serbia, es el símbolo de la convivencia forzada: en la parte norte viven cerca de 40 mil serbios y al sur 80 mil albaneses. En medio, están el río Ibar y las tropas internacionales de la ONU para evitar disturbios.

Que las cosas no vayan a cambiar muy pronto lo demuestra el envío este pasado sábado de la misión civil de la Unión Europea (UE) para combatir al crimen organizado, la corrupción y los incidentes étnicos, y que substituirá lentamente a la de las Naciones Unidas.

Hay que recordar que si bien ayer Kosovo proclamó su independencia, lo hizo con límites. No poseerá Fuerzas Armadas propias y tampoco podrá ingresar en Naciones Unidas como miembro.

La declaración de independencia de Kosovo, proclamada ayer por el Parlamento de Pristina, reitera estas limitantes, ya que está fundamentada en el plan del...

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