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Encantado con 'Harry Potter'

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Vincent

Por error y sin que él lo quisiera, un auto Ford Anglia 150 E, 1960 inglés, llegó hace más de seis años a la vida del piloto regio César Tiberio Jiménez.

El "Harry Potter", nombre con el que César "bautizó" su auto, recorre una y otra vez la pista de "El Frijol", del Autódromo Monterrey, con Jiménez al volante durante las fechas de la Serie Turismo Monterrey, en donde compite en la categoría Vintage A.

A donde vaya, este auto rojo de colección, ya modificado para carreras, llama la atención. Muchos posan junto a él, otros prefieren tomarle fotografía para conservar una imagen completa del coche. Y pensar que el piloto regio, reconocido por su pasión por el automovilismo, rechazó en una ocasión adquirir el Ford Anglia.

"Me iban a prestar un Porsche para correr en Puebla hace cinco o seis años, y ahí estaba 'Harry', muy distinto a como está hoy, medio abandonado. Mi amigo me dijo, de relajo, que me iba a prestar un auto para que yo corriera y me llevó el Ford Anglia.

"De un Porsche de 400 caballos de fuerza, a uno chiquito, pues lo acepté. Me dijeron que corría y frenaba como no imaginaba, que se agarraba mucho. Acepté, corrí en la categoría libre contra varios Mustang y Porsche y fui el segundo más rápido en una pista muy trabada", comentó.

Jiménez confesó que le ofrecieron comprar el auto y no quiso porque estaba arreglando un Renault para la categoría Vintage.

"No lo compré, pero después fui a México y volví a ver a mi amigo. Me ofreció correr de nuevo y me prestó a 'Harry'. Después negociamos, lo compré y comencé a hacerle ajustes".

Lo primero que hizo fue investigar y estudiar el auto, pues era totalmente desconocido a lo que acostumbraba. Le dio "cariño mecánico", tronó más de tres veces el motor y en su estreno en las carreras lo apodaron "Harry Exploter" porque no daba una.

"Le quitamos potencia y compresión. Usaba gasolina de carreras y le bajamos a que trabajara menos caliente, unos 25 caballos de fuerza, porque no teníamos refacciones. Los rines de adelante eran 13 y los de atrás 14, estaban mal montados y no nos dimos cuenta", recordó entre risas.

El Ford Anglia recibió grandes cambios en sus fierros, por dentro y por fuera fue transformado.

"Trae una transmisión de carreras muy sofisticada, es inglesa, para pista corta y pista larga. El carrito es chiquito, es pura lámina, en los cambios...

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