Enamora al 'volver'

AutorMario Abner Colina

La noche del jueves, al igual que las anteriores, volvía a llover en la Ciudad de México, y mucha gente acudía al Auditorio Nacional con "sombrero de ala ancha de medio lado", pero no con el fin de protegerse del agua, sino para ponerse a tono con el concierto de Rubén Blades.

Durante la única parada en el DF de Todos Vuelven, la gira que marca el regreso a la música del salsero panameño, quien interrumpió su carrera artística por cinco años para ocupar el cargo de Ministro de Turismo de su país, las cerca de 10 mil personas que abarrotaron el recinto de Reforma sólo lo recibieron de una forma: aclamándolo de pie.

Vestido de traje oscuro y con su clásico sombrero, el cantante y actor arrancó su show con "El Padre Antonio y su Monaguillo Andrés", y no tardó en hacer sentir a los asistentes que les faltaría espacio para mover sus cuerpos al ritmo de su salsa.

"Al mundo no lo van a cambiar las canciones, lo van a cambiar las acciones", manifestó Blades, de 61 años y quien formulaba al público comentarios breves.

Al hacer sonar unas maracas decoradas con la bandera panameña, el intérprete y su orquesta Seis del Solar hicieron un viaje rítmico a través de temas como "Buscando Guayaba", "Amor y Control" o "Decisiones", mientras sus fanáticos coreaban al unísono sus estribillos.

Entre gritos como "¡maestro!", "¡eres grande, Rubén!", o "¡gracias por volver!", el artista, en cuyas letras siempre han abundado comentarios sociales, presentó su tema "Pablo Pueblo" y explicó a su auditorio el motivo por el que se embarcó en una larga aventura política, que, según ha dicho recientemente, no ha acabado del todo.

A lo largo del concierto la gente disfrutó éxitos...

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