Enaltecen las Manos de Marvel el Oficio de Ser Artesana en Yucatán

Mérida, 30 Abr. (Notimex).- Flores de plata y piedras de formas caprichosas que se enlazan hasta convertirse en collares, plumas tornasol transformadas en aretes, cerdos y alebrijes salidos de sueños multicolores y hongos de yeso que emanan aroma de incienso adornan el cálido suelo de la capital yucateca.

Las manos de Marvel se sincronizan con su imaginación y convierten el papel maché, alambre, macramé, piedras e hilo en formas y figuras geométricas, piezas únicas que resaltarán el ego de la raza humana.

Marvel Morales Flores se asume como una artista por vocación y una artesana urbana por convicción, como una mujer atraída por el arte de grabar con luz, plasmar formas con el pincel y retar a la gravedad con malabares.

Todas las noches, un rincón del parque Hidalgo, en el Centro Histórico de la capital yucateca, la cobija para ofrecer a propios y extraños joyería diversa, ninguna pieza igual a la otra, todas únicas e inéditas.

De un cajón de madera sobre el cual se han grabado flores y grecas, emana ese mundo imaginario convertido en arte tangible capaz de seducir al ego femenino y hasta maldecir la mezquindad de la tacañería masculina.

Licenciada en Turismo y con una experiencia comprobable de servir durante seis años, un día Marvel rompe con el confort, con la certeza del sueldo seguro y la máxima del sector de servicios, el cliente aunque no sea así, siempre tienen la razón.

"Yo creo que estaba predestinada a ser artesana, pues un día una amiga me enseñó a hacer nudos y a tejer, conociendo a más personas a usar el macramé, a grabar y así fue preparándome, la realidad es que todos tenemos amigos que nos pueden enseñar algo", relató.

Junto a Héctor, su pareja, proyectan una nueva forma de vida, ella segura de ser fotógrafa y pintora, él músico, pero de algo habrán de vivir. Le siguen tres meses en Europa donde las habilidades artesanales de ambos les permitirán sobrevivir, regresar a México e iniciar una nueva actividad.

Marvel presume su trabajo y defiende su condición, "un artesano urbano no es un flojo como creen cuando te ven sentado vendiendo sus artesanías, no es un hippie ocioso".

Señala que "detrás de ese acto de llegar a vender hay muchas horas de trabajo para hacer un collar con alambre, crear un alebrije, elaborar un cochinito de maché que te llevará un día entero y al cual hay que pegar, lijar, fondear y pintar".

Detrás de cada pulsera hay una lucha constante de no caer en la tentación de elaborar un producto comercial, sino...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR