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Emulan éxito de mayores

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Vincent

Las Aguilas del América no se san de ganar campeonatos y el fin de semana pasado obtuvieron uno más. En el Deportivo Benito Juárez Xalpa, el equipo de la escuela de futbol América Azteca categoría 92 se coronó en la Copa IMSS ante el Lindavista por marcador de 2-0.

Los pequeños de 10 años de ambos conjuntos desbordaron energías y coraje en el terreno de juego, mientras que las tribunas repletas de padres desvelados, los gritos nunca pararon.

Cada orgulloso padre dio su punto de vista del encuentro, un juego que tuvo más de 30 directores técnicos y que ninguno atinó a dar la orden clara.

Los 22 niños continuaron su duelo en la tierras de Azcapotzalco, Lindavista apuntaba para campeón pero al parecer la portería se les hizo más pequeña de lo que parecía.

Las banderas amarillas dejaron las bolsa para festejar el primer tanto del América que salió de los botines de Juan Alamilla en un disparo cruzado que dejó parada a la defensiva compuesta por 7 gentes.

La celebración de Juan contagió a sus compañeritos todos corrieron hacia él para abrazarlo. Los papás celebraron más que la familia de Ronaldo cuando anotó en el Mundial de Corea-Japón.

Para el conjunto Lindavista las cosas se le pusieron color de hormiga. Los entrenadores en las tribunas daban órdenes, el del campo gritaba a sus pupilos que cerraran filas pero las filas no escucharon jamás.

El primer tiempo llegó a su fin y lo mejor estaba por venir.

En el descanso la plática acostumbrada para ambos conjuntos. En el América se les exigió un poco más y que no se desesperaran.

El entrenador de Lindavista gastaba saliva, dio consejos desde como calentar hasta como patear el balón.

"!Animo! No quiero que se caigan, levanten esas caras y no se sientan derrotados antes de que inicie el juego", fueron unas de las muchas palabras que se llevaron el aire matutino porque los jugadores jugaban con el pasto o bien veían con más atención a otros niños que se correteaban.

La parte complementaria dio inicio y las cosas no cambiaron para Lindavista, se enredaron con el esférico, no presentaron orden a pesar de los desesperados gritos de su entrenador.

Y de nuevo apareció Juan Alamilla con otro gol. Una melé en el área de meta, ni despejaban ni la tomaba el arquero, 44 piernas se mezclaron y una fue la ganona...

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