COORDENADAS / Faltan empresarios, sobra espíritu empresarial

AutorEnrique Quintana

Hacen falta empresarios en México, pero sobra el espíritu empresarial. Allí está el verdadero tesoro por el que hay que ir.

Entre el 2000 y el 2007, el número de patrones en nuestro país creció apenas en 5.6 por ciento y sumó 826 mil 957, según datos del Seguro Social.

Esto quiere decir que la cantidad de patrones registrados aumentó apenas a un ritmo de 0.8 por ciento al año.

Pero una cosa son los patrones y otra los empresarios.

Dice el INEGI que al final del año pasado había 2 millones 190 mil empleadores. Pero además, existen 9.7 millones de trabajadores por cuenta propia.

Es decir, hay 11.9 millones de personas que son empresarios en el sentido de que emprenden actividades sin esperar que alguien les diga cómo tienen que trabajar.

Si comparamos esta cifra con la población ocupada en México, nos damos cuenta que el 27 por ciento del total en México son empresarios.

Pero, además, si sumáramos a los que han emprendido un viaje a Estados Unidos para buscar mejores opciones laborales, podríamos sumar alrededor de otros 4 millones de personas que en la última década se convirtieron en emprendedores y se lanzaron a una aventura de muy alto riesgo.

En suma, podríamos decir que uno de cada tres mexicanos demuestra o ha demostrado tener espíritu empresarial.

No está en el petróleo la clave del futuro del País. La gran reserva para el crecimiento está en ese espíritu.

Lo malo es que nos estamos desgarrando las vestiduras por las estrategias para sacarle más provecho a las reservas petroleras y no estamos discutiendo cómo le sacamos provecho a la reserva de espíritu empresarial que tenemos.

¿Por qué es tan relevante el espíritu empresarial?

Porque allí está la clave para la generación de valor en nuestra economía. No tendremos millones de Bill Gates y Carlos Slim, pero entre esos millones de emprendedores quizás aparezcan algunos.

Sin embargo, eso es lo menos importante. Lo crucial es que el espíritu empresarial se caracteriza por la búsqueda de generación de valor.

Desde una pequeña fonda que encuentra en la preparación de comida una fórmula para generar ingresos, hasta grandes empresas como Bimbo o como Cemex, que se lanzan a la conquista de mercados en el mundo, el espíritu empresarial implica buscar la satisfacción de necesidades y, a través de ello, la generación de valor.

Para potenciar ese espíritu se requieren muchos elementos a los que no le hemos dado la importancia debida.

Un emprendedor que sólo cursó hasta la primaria y que se lanzó a...

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