Empresarios en Crecimiento/ Saber escuchar
| Autor | Carlos A. Dumois |
Amerjit Chopra, experto en comunicación organizacional, ha creado una red de institutos en el mundo que se dedica a ayudar a equipos de trabajo a ser más eficaces en su interacción. Chopra ha creado una metodología extraordinariamente sencilla y práctica que realmente vale la pena conocer. El afirma que, al analizar un problema, cualquier grupo de trabajo genera en promedio al menos siete alternativas de solución viables. Sin embargo, solamente uno de cada 10 equipos es realmente efectivo en la toma de decisiones y en la aportación de resultados. Sorprendente, ¿no? Unicamente uno de cada 10 tiene buenos resultados; ¿qué sucede con los otros nueve? Parece ser que la efectividad de los grupos no depende en absoluto de la naturaleza y complejidad de los problemas que enfrentan, sino de la forma en que interactúan sus miembros durante las discusiones. En la mayoría de los grupos no efectivos las ideas vertidas como aportaciones individuales tienden a ser rechazadas y destruidas con frases cerradoras, como "sí, pero...", "no, porque...", etcétera. Frecuentemente esas ideas no entraron bien en el momento de la discusión o las mataron al ser planteadas, sin siquiera darles la oportunidad de un mínimo análisis de parte del resto del grupo.
Puesto que en su mayoría las personas perciben sus ideas como una extensión de sí mismas, cuando alguien ataca sus ideas ellas se sienten atacadas en lo personal, se sienten heridas o lastimadas por quien mató su propuesta. Estos sentimientos generan posturas de mutua crítica que provocan una espiral de respuestas defensivas inconscientes. Tal proceso fácilmente desvía la energía del grupo de su objetivo original y lo sumerge en posiciones de ataque y defensa de las propias ideas y en la creación de bandos opuestos.
Semejante tipo de interacciones genera gran ansiedad en los equipos de trabajo, lo que se refleja en una serie de actitudes y comportamientos que en nada ayudan a la eficiencia del quehacer conjunto: algunos se mantienen al margen para no involucrarse, otros alteran sus estados de ánimo, se forman alianzas que nulifican la construcción de opciones viables, se provocan reacciones de desquite y algunas otras reacciones negativas. En fin, las juntas fácilmente se convierten en batallas campales más o menos encubiertas, que restan efectividad a la toma de decisiones y dificultan enormemente la aceptación y el compromiso con lo que se acuerda.
Es importante notar que dichas actitudes no necesariamente...
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