Empresa / ¿Casi el paraíso?

AutorAlberto Barranco Chavarría

En dramático contraste con el optimismo delirante del Presidente Vicente Fox, que habla de entrada de llenar al tope la cobertura del seguro popular; acelerar los programas de vivienda social, e implantar en nuestro país, en calca de Brasil, un programa hambre cero, de acuerdo a los expertos, el más optimista escenario de reforma fiscal en el país apenas permitiría mantener un precario equilibrio en las finanzas públicas.

La razón es simple: el fardo es inmenso.

Sólo por el lado de la deuda pública total reconocida por el gobierno, es decir la emisión de papeles de débito; el pago de intereses por concepto del rescate bancario; los Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas), con que los particulares financiaron la construcción de infraestructura para Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad; el sostenimiento de fondos y fideicomisos, y los programas de apoyo a deudores, estaríamos hablando del 41.7 por ciento del Producto Interno Bruto.

Bajo ese prisma, de acuerdo a los técnicos al servicio del Instituto Tecnológico Autónomo de México y el Centro de Investigación y Docencia Económicas si el país mantuviera constante el superávit primario equivalente al 1.7 por ciento del PIB alcanzando el año pasado, apenas resultaría suficiente para sostener constante el nivel de endeudamiento, "siempre y cuando la tasa internacional de interés no sufriera un incremento súbito, o que el crecimiento de la economía se viera retrasado".

Ahora que la exposición de motivos de la propuesta entregada por las instancias académicas la semana pasada a la Comisión de Hacienda del Senado de la República ("Análisis de las finanzas públicas en México") habla de que de no darse un cambio sustancial a la estructura de los ingresos, resulta poco factible registrar en cinco o diez años un superávit en esos niveles, debido a compromisos de gasto incurridos con la reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro.

Más aún, "la situación puede agravarse todavía más si continúan las presiones para incrementar el gasto público en diversos rubros".

Y si le escarbamos otro poquito, nos toparíamos con la deuda pública no reconocida por el gobierno, en que tan sólo por concepto de las pensiones de trabajadores públicos se enfrentan pasivos contingentes que rebasan el 88 por ciento del Producto Interno Bruto... sin contar con otros, como los derivados del endeudamiento público de estados y municipios y los del déficit actuarial en el rubro salud del...

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