Empresa / ¡Tómela!

AutorAlberto Barranco Chavarría

El documento le enmienda la plana en el punto más neurálgico al diseñado por las cúpulas industrial y comercial, que se entregó el 10 de abril pasado a un grupo plural de diputados en busca de que alguna o algunas de las fracciones lo apadrinara.

Estamos hablando de las reglas con las que operaría a su resurrección el frustrado Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM), que se sacó de la manga el gobierno zedillista para evitar la quiebra de los organismos al decretar la Suprema Corte de Justicia de la Nación el fin de la inscripción obligada a éstos.

Digamos que si la violación flagrante al derecho de asociación de los mexicanos cerraba la ventanilla de registro, la astucia del entonces secretario de Comercio, Herminio Blanco Mendoza, abría otra para obligar a los empresarios a entregar sus datos esenciales... previo pago de una cuota que excedía con mucho la proporción del servicio.

Una minita, pues, como premio de consolación a la fidelidad con que las Cámaras y Confederaciones habían apoyado la causa ("¡Gracias, Señor Presidente!"; "Los empresarios cerramos filas con el Gobierno"; "Alto a los enemigos de México")...

El caso es que lo que la propaganda oficial señalaba como el instrumento ideal para hacer magníficos negocios, derivó en lo que el habla popular identifica como desgarriate. Preocupados más en lucrar que en servir, las Cámaras unieron la gimnasia con la magnesia, al agrupar tlapalerías con farmacias y fábricas de muñecas con loncherías... para no hablar de registrar a vendedoras de pepitas, peluqueros de paisaje, paleteros de caja de cartón o puestos de quesadillas, digo cuando no se había decretado que los changarros salvarían la economía del País...

Total que el negocito se cerró a fuerza de ineficiencia.

Y aunque la Secretaría de Economía, a soslayo del madruguete de los empresarios, se adhirió al intento de revivir bajo vías legales la alternativa, hete aquí que le cierra la puerta a la posibilidad de lucro.

La iniciativa de la dependencia encabezada por Fernando Canales Clariond no sólo habla de determinar el monto máximo de las tarifas que pudieran cobrar las Cámaras Empresariales a quienes se autorizara operar el SIEM, sino que les cierra la puerta a la posibilidad de financiarse con los recursos derivados.

Más aún se advierte que los operadores, "si así lo determinan sus autoridades" podrán operar el SIEM sin costo alguno para las empresas que les corresponden.

Textualmente, el documento señala que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR