Empresa / Ultima llamada
| Autor | Alberto Barranco Chavarría |
Ubicada como la última llamada para dotar al País de un saludable equilibrio presupuestal, la Convención Nacional Hacendaria se inicia mañana en medio de augurios que oscilan desde un colosal fiasco hasta la inauguración de un gran pacto nacional, pasando por acusaciones de diálogo de sordos y protagonismos.
Convocado por la Conferencia Nacional de Gobernadores el tiroteo se desarrollará bajo el marco de siete mesas de trabajo: Gasto, Ingreso, Patrimonio, Deuda, Modernización y Simplificación; Coordinación Interinstitucional y Transferencia, fiscalización y rendición de cuentas.
El punto central a discutir en el primer escenario será la definición de atribuciones de los tres órdenes de gobierno, en un horizonte de dispersión de recursos y baja eficiencia en el ejercicio del gasto público; en el segundo, la fragilidad recaudatoria del País, que alcanza apenas 14 por ciento del Producto Interno Bruto, lo que nos coloca en el último sitio de las naciones integradas a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), y a la mitad de la tabla en América Latina.
En el tercero, el elevado nivel de dependencia fiscal de los gobiernos estatales y municipales en las transferencias de la Federación, lo que necesariamente obligará a replantear las facultades recaudatorias; en el cuarto, saldrá inevitablemente a colación la deuda histórica que arrastran las entidades federativas y los municipios, pactadas en la mayoría de los casos con el aval del Gobierno federal, bajo la certeza de que no hay empate entre éstas y la obra pública o los programas sociales emprendidos...
En el quinto, el punto toral será ubicar los esquemas que permitan desde un ángulo evitar la evasión y desde otro facilitar el pago oportuno de tributos; en el sexto, el reto será buscar las vías para evitar la duplicación del gasto con la implantación de programas paralelos a nivel federal y estatal, y el séptimo la discusión se centrará en la ausencia de mecanismos suficientes y adecuados para garantizar la rendición de cuentas.
Naturalmente, los platos fuertes se colocarán en la primera, segunda y séptima mesas, en un marco en que por un lado las entidades federativas y los gobiernos municipales se enfrentarán a la urgencia de aplicar tributos inexistentes o descuidados, como el predial, el de nómina o los ecológicos, y por otro el gobierno foxista replanteará inevitablemente su propuesta de homologar la tasa general del Impuesto al Valor Agregado a la aplicable en alimentos...
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