Empresa / Tercera vía
| Autor | Alberto Barranco Chavarría |
Vivos los jaloneos entre la Secretaría de la Función Pública, Petróleos Mexicanos y la oposición legislativa por la legitimidad de los Contratos de Servicios Múltiples; viva la exigencia de la Asociación de Propietarios en Defensa de los Recursos Naturales del Subsuelo de Coahuila en recibir una rebanada del pastel, acaba de surgir una tercera opción que podría atenuar la posibilidad de enfrentamiento.
Estamos hablando de ampliar el esquema actual de exploración y extracción de gas natural no asociado al petróleo en el que sólo en la Cuenca de Burgos, que abarca los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León, participan mil 400 empresas medianas nacionales, a las que se les asignan contratos con duración de dos años.
La empresa paraestatal, pues, se haría cargo directamente de la inversión, abriendo el escenario a miles de empresas mexicanas... y extranjeras, si bien limitando la participación de estas últimas a las que posean especialidades tecnológicas ajenas al País.
El problema, lo adivinó usted, es la falta de recursos de la empresa pública encabezada por Raúl Muñoz Leos.
Sin embargo, a juicio del autor de la propuesta, José Luis Apodaca Villarreal, quien escalara prácticamente todos los niveles de la Comisión Federal de Electricidad hasta jubilarse como Gerente General Divisional, una de las opciones de financiamiento sería destinar una parte de las reservas internacionales de dólares del Banco de México, es decir cuatro mil de los 52 mil millones de dólares que se han acumulado... a título de préstamo.
De acuerdo al cálculo del Ingeniero Mecánico Electricista con maestría en Administración para la Calidad, el crédito se amortizaría al tercer año, quedándole incluso a Pemex un remanente de mil millones de billetes verdes.
La justificación ante la opinión pública sería simple: la empresa pública aporta anualmente al fisco 40 mil millones de dólares que representan más del 30 por ciento de la recaudación anual del Gobierno federal. Es obligatorio, pues, inyectarle recursos para invertir en proyectos que tienen 100 por ciento de tasa de retorno.
Adicionalmente, dada la rentabilidad de los proyectos, Pemex podría obtener un crédito internacional por otros cuatro mil millones de dólares a una tasa de dos por ciento anual.
Lo cierto es que la urgencia de ubicar una salida equilibrada frente a la polémica que amenaza con plantear una nueva Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación por parte del Legislativo...
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