Empresa / Dedo en la llaga

AutorAlberto Barranco Chavarría

El problema es que aún cuando la población estaría equipada para correr y saltar, difícilmente lo haría de gusto, dada la pérdida de empleos que provocaría el regalote... por más que el principal centro productor de calzado en el País languidece desde hace una década.

Lo cierto es que la mercancía que se volvió invisible a su ingreso al País procedente de Taiwán y China, fue destruida... o al menos éso se dijo.

Y el problema, por lo demás, es que pese a la espectacularidad de las cifras, medidas ya en trailers como en toneladas o bodegas gigantes repletas, la Secretaría de Hacienda apenas está tocando la punta del iceberg... en cuyo centro se encuentra el llamado contrabando técnico, es decir la aparente introducción legal de mercancías.

Qué importa si el 30 de agosto pasado, a contrapelo de la clasificación federal del delito, la Secretaría de Hacienda haya firmado un convenio con el Gobierno panista de Jalisco para convertir a la entidad en la primera en ejercer facultades de combate al contrabando.

Ayúdame, pues.

De acuerdo a cifras de la Cámara Nacional de la Industria Textil, el sector retrocedió en el 2001 en 10 por ciento; en el 2002 en otros seis, y para este año se espera una caída adicional de entre tres y seis por ciento.

Cada punta perdida se traduce en 10 mil empleos restados a la nómina.

Más allá, del año 2002 a nuestros días el sector fibras ha perdido 37 mil empleos, en un escenario en que la inmensa mayoría de las empresas del ramo está negociando con sus sindicatos la reducción de las jornadas laborales para evitar el colapso.

Y si le seguimos, hete aquí que el sector de la confección ha perdido 143 mil empleos en los últimos dos años y medio.

El enemigo mortal se llama reetiquetado, triangulación, subfacturación y falsificación de certificados de origen. Digamos que los textiles o las prendas de vestir de origen chino llegan al País con etiquetas de Hong Kong, España o Vietnam, lo que implica el ahorrarse aranceles o impuestos de importación de mil por ciento... para pagar apenas un simbólico 35.

Digamos, desde otro ángulo, que la mercancía procedente del Lejano Oriente hace una escala en los Estados Unidos para llegar al País... simulando que se produjo localmente, con lo que el arancel se convierte en cero.

Peor aún, hete aquí que en la magia de la ambición desbordada, se da el caso de que los propios industriales mexicanos haga mal uso de los programas gubernamentales de fomento a la producción y la exportación...

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