Empresa / Catástrofe
| Autor | Alberto Barranco Chavarría |
Al margen de sus legítimos alegatos para presionar a las naciones desarrolladas a cancelar los subsidios agrícolas que desequilibran la posibilidad de competencia justa en el entorno global, México debería aprovechar la coyuntura de la reunión de la Organización Mundial de Comercio para reforzar sus contactos... en la mira de apuntalar sus exportaciones.
Si en el periodo más álgido de la última gran crisis económica del País detonada por la macrodevaluación de diciembre de 1994, éste logró evitar el naufragio con un incremento explosivo de sus ventas al exterior, hoy la posibilidad pareciera más lejana que nunca, tantito por el estrepitoso fracaso de las políticas y programas de promoción, como por la obstinación a casarnos con un solo mercado, el de los Estados Unidos.
De hecho, como en los últimos años del sexenio salinista, el País está volcado hacia el extremo opuesto: la compulsión por las importaciones.
No se trata de un simple pecado de omisión el que el Presidente Vicente Fox haya soslayado en su Tercer Informe de Gobierno el capítulo de comercio exterior, al que tradicionalmente se le dedicaba una catarata de parrafadas.
La vedad no había mucho que informar.
Digamos que la única escueta referencia al tema fue señalar que se ha fortalecido nuestra asociación estratégica con Estados Unidos, lo cual es cierto... a medias.
Si bien la concentración de nuestras ventas al país del allende el Bravo pasó en la administración foxista del 88.71 al 88.96 por ciento, sería demasiada pretención atribuir el fenómeno a una exitosa política del País en la materia, dado que la mayor parte de las exportaciones las realizan empresas de capital estadounidense, sean consorcios o simples maquiladoras.
El caso es que mientras el global de las exportaciones mexicanas decreció el año pasado en cinco mil 600 millones de dólares, el resto de las naciones con etiqueta de potencia en la materia, con crisis mundial o sin ella, aumentó su potencial en márgenes mínimos de tres por ciento, digo para no hablar del 15, 18, 20 o 22 de los países asiáticos, con énfasis en China.
Digamos que a excepción de Estados Unidos, con quien se mantiene un persistente superávit en la balanza comercial, con el resto de las naciones o bloques México está dando preocupantes pasos en reversa.
Así, hete aquí que mientras en el periodo 2000-2002 Canadá aumentó sus exportaciones con destino al país en 464 millones de dólares, las nuestras retrocedieron en 542 millones...
Así, mientras...
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