Un empleo volátil

AutorJésica Zermeño

Pablo Gutiérrez estaba harto de vender agujetas y artículos para el calzado en un puesto afuera del Metro Potrero, mientras esperaba encontrar trabajo de albañil. Un día de noviembre, su hijo le comentó de un trabajo como agente de seguridad privada en Ecatepec, donde vive. Hoy, Pablo, ex chambitas -como él se define- y con secundaria trunca, es guardia nocturno en una empresa. Tiene 12 horas de trabajo por 24 de descanso y gana 6 mil pesos al mes.

"Estoy mejor que con la venta de agujetas... tengo prestaciones de ley", presume.

Este hombre de 46 años, originario de Oaxaca, asegura que aceptó el trabajo porque no le quedaba de otra. Entre las miles de ofertas laborales que aparecen en las principales bolsas de trabajo en la red, siempre hay por lo menos un centenar para ser guardia de seguridad privada.

Según Arnulfo Garibo, presidente de la Confederación Nacional de Empresarios de Seguridad Privada y Similares del Ramo (Conesprysir), ser agente de seguridad privada "es lo que nadie quiere hacer", y quienes toman este trabajo lo hacen "sólo por necesidad".

Por ello, el perfil del aspirante es de los menos rigurosos en el mercado laboral. Se contrata a personas entre 25 y 50 años, preferentemente varones, y no se requiere experiencia previa. Algunas empresas no solicitan ni la secundaria terminada. Los anuncios de ofertas pueden encontrarse en cualquier parte, ya sea pegados en una caseta telefónica, en un poste o en una estación de metro.

Los periódicos populares publican diariamente un nutrido bloque...

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