Tiempo de Negocios / Ex ejecutivos de Ford empiezan a desplazar a los distribuidores tradicionales de la marca

AutorDarío Celis Estrada

No es la primera vez que algunos distribuidores de Ford entran en conflicto con la armadora. Baste recordar que la salida de Víctor Manuel Barreiro hace algunos años fue propiciada por la red, inconforme con el trato de la filial.

Hoy de nueva cuenta se está configurando un entorno difícil. El caso de Automotriz Querétaro, propiedad de Francisco Hernández Nieto, ilustra la puesta en marcha de una estrategia para empezar a depurar a algunos concesionarios.

Ayer le dábamos cuenta del expediente de Armando Torre, que hará cosa de 2 años le fue requerida la concesión porque no satisfizo las expectativas de la armadora. Torre, por supuesto, desestima esa versión.

Era distribuidor en Campeche y le fue impedida la venta de autos a Pemex, lo que a la postre le condujo a una precaria situación. Curiosamente Raúl Peniche, que opera en Mérida, sí podía surtir a la paraestatal.

Torre perdió la concesión a manos de Peniche. Quien operó el congelamiento fue el ex director financiero, Juan Antonio Salazar, a quien fuentes de la industria lo ubican como propietario hoy día de dos agencias en el DF.

En este caso jugó un papel relevante el director legal, Flavio Díaz Mirón, y el de mercadotecnia, Eduardo Serrano, ejecutivos que ahora son acusados por Automotriz Querétaro de estar bloqueando una solución en este caso.

Como ya es público, a la agencia en cuestión se le canceló unilateralmente la concesión en marzo del 2001, tras 50 años de operar con Ford. La entonces presidenta, Kathleen Ligocki, argumentó bajo desempeño.

Consultados ayer, fuentes de la firma que encabeza Marcos de Oliveira sólo se limitaron a asegurar que la agencia incumplió con metas de venta y satisfacción a clientes. Dijeron estar impedidos legalmente para entrar en detalles.

Sin embargo, un mes antes de que les cancelaran la concesión, Automotriz Querétaro fue galardona como uno de los mejores distribuidores de la red. El reconocimiento lo entregaron la misma Ligocki y Serrano.

De 1999 al 2000 el distribuidor reportó un incremento promedio anual del 18 por ciento, mientras la industria automotriz en general crecía 22 y Ford 15 por ciento. Los afectados obviamente no aceptaron el razonamiento.

Se dio paso entonces a un auténtico calvario, en el que Ligocki primero se comprometió a que un tercero le comprara a Hernández Nieto su agencia, pero que en realidad era una cortina de humo para ocultar las reales intenciones.

Estas fueron relevar al concesionario y poner en su lugar a dos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR