La Alcazaba/ El desempeño emocional
| Autor | Luisa Fernanda Cuéllar |
Las evaluaciones periódicas son una práctica sana que nos permite conocer la percepción que tienen los demás sobre nuestro desempeño. Es también un medio para reafirmar las fortalezas y reflexionar sobre las debilidades utilizando la confrontación. Que los empleados se evalúen a sí mismos y luego comparen estos resultados con los de la evaluación que haga su jefe es fundamental.
En las universidades existen herramientas para que los alumnos se evalúen a sí mismos y a sus maestros con la finalidad de propiciar un crecimiento profesional armónico. El perfil de los estudiantes marca sobremanera el giro de la evaluación, los estudiantes de ciencias exactas debido a su formación analítica suelen ser más críticos tanto consigo mismos como con el profesorado. Sus comentarios se orientan más al contenido de los programas y a la forma en que ellos han adquirido el conocimiento que a las características personales del maestro.
Por el contrario, en carreras de índole más humanista suele pesar mucho la personalidad del maestro, los alumnos se sienten más influenciados por la sensibilidad, apertura y capacidad de relacionarse de sus mentores que con lo meramente técnico de la profesión. Las percepciones que tienen los demás sobre nosotros están determinadas no solo por lo que proyectamos sino por la historia personal y el manejo de las emociones de los otros.
Hemos sido criados dentro de un sistema que nos ha enseñado a reprimir las emociones. Las buenas maneras no van de la mano con la expresión de los sentimientos y esto va en contra de la propia naturaleza. La parte de nuestro cerebro que rige los instintos es tan primitiva como la de los reptiles, lo cual para nuestro ego puede resultar inaceptable, pero no hay que olvidar que es precisamente el instinto lo que nos permite sobrevivir, nos avisa del peligro y nos protege de los depredadores, entendiendo con esto todos aquellos actos que puedan ir en contra de nuestra integridad.
La civilización tiende a aniquilar este instinto provocando efectos no deseados en nuestras vidas. Todos nos hemos visto en situaciones en las que frente a un panorama color de rosa hay algo en nuestro interior que nos dice NO, que nos avisa que están involucrándonos en algo que no nos conviene, que corremos el riesgo de ser estafados, despedidos, explotados o sencillamente que podemos salir lastimados. Ultimamente existe una tendencia cada vez mayor a escuchar esa voz interior que nos alerta sobre lo que debemos hacer y nos...
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