Emoción, desilusión y festejo

AutorAlejandro Pelayo

Primero fue la emoción, luego la desilusión, finalmente la satisfacción de ver a México ganar a los jamaicanos y ser el mejor motivo para festejar en La Minerva y en todos los sitios posibles.

Terminado el partido, cientos de aficionados se dieron cita en el monumento, símbolo tapatío, para festejar como si México ya estuviera clasificado.

Con pancartas, gritos y carros estacionados en torno a la glorieta, que fue cerrada, varios jóvenes dieron la 'vuelta olímpica', e incluso se observaron algunos desmanes.

En algunos centros de reunión, la afición tapatía vivió sentimientos de todo tipo, pero al final con la victoria de México, el grito de "¡cómo te extrañé Cuauhtémoc!" se escuchaba decir.

Ayer todos y cada uno de los monitores sintonizaban a las 16:00 horas un sólo evento: el partido de vida o muerte entre mexicanos y jamaicanos, y es que el partido apenas iniciaba y los bares comenzaban a abarrotarse, y los televisores de exhibición recibían aficionados que llegaban a sumar hasta dos decenas.

En los restoranes y cafés, arribaban grupos de amigos, parejas, y hasta familias completas con el único fin de observar un encuentro que brindo mássobresaltos de los que se esperaban.

Durante los primeros minutos, la gente se notaba nerviosa, sin embargo cuando Ramón Morales anotó el autogol, de inmediato los ssssssss+ y losching+aparecieron en escena, mientras de los aparadores la gente comenzó a salir decepcionada.

"Vamos pin+ Borgetti", eran las exclamaciones y los reproches más continuos, pues el atacante mexicano no lograba conectarse en el partido, y los comensales comenzaban a desesperarse.

Durante el medio tiempo las caras de preocupación eran el común...

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