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Emana de penales Narcocultura

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Vincent
AutorAdán García, Sergio Flores, Armando Villarreal, Selene Baldenegro y René Gardner

MURAL / Redacción

MORELIA.- La mariguana no sólo prolifera en la sierra o viaja en compartimentos secretos de todo tipo de vehículos, también está en la ropa, joyas, cinturones, guaraches, gorras, fundas y calcomanías.

Y aunque pareciera una contradicción, desde los penales se fomenta la narcocultura mediante la elaboración de souvenirs que llevan impresos desde una hoja de mariguana hasta la silueta de rifles de alto poder, como los AK-47, vinculados con los narcotraficantes.

Hay hebillas metálicas, cinturones bordados o piteados, carteras de gamuza, aretes y dijes de oro o plata, fundas para navaja, playeras y guaraches.

Por ejemplo, en Tijuana, Baja California, los talleres artesanales del Penal de El Hongo se han convertido en un negocio para los internos, que mediante la confección de cinturones piteados obtienen beneficios económicos para sus familias.

Las autoridades penitenciarias consideran que se trata de una acción positiva y productiva.

"Esta actividad se realiza en otros Ceresos como los de Mexicali y Ensenada, aunque en menor escala. Las autoridades están haciendo las gestiones necesarias para homogeneizar los convenios de trabajo y comercialización", indicó Eduardo Navarro, vocero de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.

"Actualmente trabajan 25 internos en la producción, que se encuentra organizada en forma de maquila, es decir, unos cosen el cuero y otros destazan".

Los cintos son vendidos en alrededor de 90 pesos cada uno, y cada uno de los 25 internos que se dedican a esta actividad produce tres cintos a la semana.

"Se espera que para diciembre del 2003 trabajen alrededor de 45 internos en el taller de cintos piteados", mencionó el funcionario.

Explicó que el dinero recaudado no llega directamente a los internos que laboran en el taller de confección, sino que se divide en tres partes iguales: una para apoyar a su familia, otra más para un fondo de ahorro del interno, y por último se tiene una parte para pagar la reparación del daño.

Asimismo, en las cárceles de Michoacán también se fomenta esta moda, a través de la comercialización de bordados en cuero con el sello del narco que elaboran los internos.

Los principales centros de...

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