Elvaledor / Aquí sí hay aplausos

ril del 2010. En un juicio oral y por cuestión de una "duda razonable", tres jueces exoneraron de su crimen a un tal Sergio Barraza B., asesino confeso de Rubí Marisol Frayre, cuyo cadáver descuartizó. Luego de confesar su crimen y pedir perdón a la señora Marisela Escobedo, madre de la víctima, los jueces de marras absolvieron al asesino descuartizador porque de pruebas no contaban más que con la confesión del asesino. Eso, ayer, porque ahora mismo el Sr. Presidente de México...

Pero eso vendrá después. Antes la síntesis de Crimen imperfecto, relato de Gonzalo Fortea.

- Sí, señor fiscal. Soy un asesino.

Mi defensor se levantó, indignado: "¡No se reconoce culpable!"

- Pero maté a la víctima.

El juez: "Demuéstrelo. ¿Tiene testigos?" Yo: "No se buscan testigos para cometer un crimen". El juez: "Quizá le hubiera convenido tener uno. ¿Dónde está el arma homicida?" Yo: "La perdí. Quizá la arrojé a una alcantarilla". El juez: "Toda la zona se registró y el arma no apareció. Tendrá usted que demostrar su crimen. ¿Los motivos".

"Robarla, naturalmente. Desempleado, necesitaba dinero para comer. Creí que el piso estaba vacío, pero de pronto apareció la señora. La maté para que no gritase". Mi defensor: "¿Gritar? Paralítica, no podía emitir sonido alguno". Yo: "No lo sabía. Tuve miedo y la maté".

- No nos convence, dijo el juez. "¡Ustedes no estaban ahí, y yo sí!". "Demuéstrelo", dijo el juez, y el abogado defensor: "Usted afirma que penetró a robar. ¿Qué robó?" Yo: "Nada, no encontré nada". "Sin embargo, en una cómoda sin llave la anciana guardaba su colección de joyas".

- Nada encontré.

- ¿Usted nos toma por imbéciles? La cómoda no fue registrada. No había huellas dactilares.

- Utilicé guantes.

Mi abogado defensor: "Señor juez, señores del jurado: el asesinato conlleva pena de muerte. ¿Vamos a consentir que el acusado se ría de nuestras sagradas instituciones de Justicia y que utilice el dinero y el prestigio del Estado para consumar lo que sería su suicidio? ¿Hemos de volvernos idiotas para creer su...

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