Carlos Elizondo Mayer-Serra / Secuestros deducibles

AutorCarlos Elizondo Mayer-Serra

El Senado se encuentra discutiendo una Ley General de Protección de las Víctimas del Delito de Secuestro. La ley ha sido promovida por varios de los afectados por secuestros y tiene el aval de las tres principales fuerzas políticas.

Perder un hijo debe ser la peor tragedia. Es imposible imaginárselo para quien no lo haya sufrido. Más duro aún debe ser si es responsabilidad de criminales recurrentes con fines de lucro que lo hacen ante la mirada incompetente o cómplice de las autoridades.

El dolor por la muerte de un hijo, sin embargo, es un mal consejero a la hora de legislar, como es evidente en esta ley, la cual tiene algunos avances, pero está llena de artículos de difícil administración y con incentivos perversos. Además, pierde el foco de la responsabilidad del Estado: eliminar los secuestros. El secuestro es un delito evitable cuando se tiene un cuerpo policiaco de élite honesto, eficaz y creíble, por ello casi no existe en países desarrollados. El secuestro no puede ser aceptado como el estado natural de las cosas que requiere, por ello, una ley para ayudar a sus ineludibles víctimas.

Una perla. El artículo 57 de la propuesta de ley estipula: "Cualquier pago que sea realizado por concepto de rescate, será deducible en cien por ciento del Impuesto sobre la Renta a favor de quien haya realizado el pago". Ésta y otras disposiciones con la misma lógica van a estimular mayor corrupción, simulación y secuestros.

Esta ley asume que pagar es lo correcto, cuando es parte del problema. En Colombia e Italia se buscó limitar las posibilidades de pago como una de las formas para disminuir con éxito la incidencia de este odioso crimen.

No será fácil saber si un secuestro se dio de verdad. Menos siquiera si se pagó la cantidad reportada. A menos que pidamos a los secuestradores darse de alta en el SAT y emitir facturas, se está abriendo la puerta a una industria delictiva más, la de simular secuestros. Ésta agobiará aún más a nuestras endebles autoridades, las cuales ya no sólo deberán atender los secuestros reales, sino los simulados con fines de evasión fiscal o la suspensión de juicios en contra de las víctimas, otro beneficio que otorgaría esta ley.

Esta ley no debe ser aprobada. Al respecto me proclamo orgulloso miembro de la generación del no. Espero que muchos legisladores lo sean también en este tema.

Una ley debe perseguir un fin deseable y debe crear incentivos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR