Eliana: Piccola pasticcera

AutorCarlos Borboa

Fotos: Roberto Antillón

Conquistó el sueño de miles: ser la primera mexicana a cargo de una partida en la Osteria Francescana, restaurante número tres entre los 50 Mejores del Mundo y espacio creativo de Massimo Bottura.

Con 21 años y cinco semestres de la carrera de gastronomía, Eliana Godínez asumió el mando del área de piccola pasticceria (petit fours) en el local modenés, uno de los ocho italianos con 3 estrellas de Michelin.

Luego de 19 semanas al límite bajo la mirada perfeccionista de Bottura, la cocinera dejó Italia con un "¡bravo, bravo, bravo!" tras de sí.

"Mi objetivo es terminar la carrera y encontrar trabajo", confiesa Eli.

"De prácticas me gustaría ir a Francia, a Mirazur, con Mauro Colagreco; en México quisiera aprender en Quintonil, uno de los restaurantes más abiertos, dispuesto a tomar ingredientes poco convencionales".

COCINA SIN REFLECTORES

Eliana descubrió su pasión por la culinaria ayudando a su abuela a preparar los bocadillos para los viajes de carretera en familia. Decidió hacer de la cocina su profesión tras asistir a un curso preuniversitario en el CESSA.

"Me enamoré de la gastronomía; en particular, de la forma en que un platillo puede llegar a volverse algo personal con el cliente.

"El primer día aprendí que la cocina es totalmente diferente a lo que ves en la televisión. El glamour y los reflectores no tienen lugar, es un espacio muy exigente. Estaba dispuesta a vivir en él", explica.

Dos semestres bastaron para que Eli fijara su atención en la restauración italiana.

"Se trató del primer periodo de prácticas y podía elegir entre un restaurante o irme a la Scuola Internazionale di Cucina Italiana ALMA. Tenía 20 años.

¡PERFECCIÓN ABSOLUTA!

"Aún me acuerdo de mí misma jalando la maleta por el empedrado de Vía Stella, en Módena y, a lo lejos, toda la partida de cocina a la entrada de la Osteria. Fue totalmente excitante", cuenta Eliana.

A unas horas de su llegada, la cocinera mexicana enfrentó su primer reto en la cocina del local italiano alabado en múltiples guías y listados.

"Hicieron una división y me mandaron a pastelería. Sólo me quedó pensar: 'es mi destino'.

"Éramos tres mujeres en toda el área, yo la más pequeña. Desde el primer día, me quedé a cargo de la piccola pasticceria, una producción diaria de 500 petit fours (bolitas de tiramisú, pâte de fruits, amaretti, torta barozzi y chocolates), además de ayudar con helados, crostatas, espumas", detalla.

Eliana estaba de repente en el máximo circuito de la...

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