Coordenadas/ Los otros electores

AutorEnrique Quintana

Ayer en la Minicumbre financiera que se realizó en Cancún, el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos dijo que no quería opinar respecto a la política mexicanaà pero señaló que independientemente del origen partidista del próximo Gobierno, debería seguir con políticas macroeconómicas sólidas y continuar con los cambios estructurales requeridos. Pero no quería hablar de política.

Aunque los discursos llenos de retórica hablan de que la democracia política fortalece la estabilidad económica, piense por un momento en lo que sucedería si un Gobierno siguiera una política presupuestal con mayores déficit y lograra el consenso del Congreso para aprobarlas.

Me puede decir que ninguno de los tres candidatos más fuertes han hablado de una política fiscal deficitaria. Y, tiene razón, ninguno lo ha hecho explícitamente.

Sin embargo, como le hemos insistido en varias ocasiones en este espacio, los candidatos -Cárdenas, Fox y Labastida- han hecho ofertas que implican mayores gastos. Y, aunque todos han planteado la necesidad de aumentar la captación tributaria, hasta ahora no hay propuestas detalladas que vayan más allá de los conceptos generales.

Summers estará de salida cuando el nuevo Gobierno mexicano tome posesión en diciembre. Pero sus conceptos en realidad reflejan el sentir de los otros electores: los capitales de la era de la globalización.

Es real que a los inversionistas extranjeros que pueden apuntalar la economía o atacar sus puntos frágiles no les importa mucho el origen partidista del Gobierno que asuma el poder el próximo sexenio. Pero sí le importa lo que dijo el Secretario del Tesoro: continuidad de la estrategia macroeconómica y continuidad del cambio estructural.

A muchos que no somos globalifóbicos no nos gusta nada que esos otros electores tengan tanto poder como tienen. Pero una cosa es el gusto y otra muy diferente son los hechos.

¿Qué dicen los candidatos respecto a las afirmaciones de Summers?

Riesgo UNAM.

Hace muchas semanas le dijimos en este espacio que el conflicto de la UNAM era una metáfora de la vida nacional. Es un conflicto que no debió haber estallado. Su manejo fue altamente incompetente después de que reventó. Se dejó alargar innecesariamente. Provocó vacíos de poder que fueron llenados por los ultras que tomaron el control de los grupos estudiantiles. Y, ahora, llega a un momento climático en el que cualquier salida por la que se opte tendrá costos para la Universidad y para el país.

La evaluación de la...

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