Elecciones en Nicaragua no son una farsa, dice líder opositor

José Meléndez, enviadoMANAGUA, Nicaragua, noviembre 5 (EL UNIVERSAL).- Alfredo César Aguirre, presidente del opositor Partido Conservador (PC) de Nicaragua, dijo varias veces no.

En entrevista con EL UNIVERSAL, negó que las elecciones generales nicaragüenses de este domingo vayan a ser una farsa, como acusa un sector mayoritario de la oposición que, por una maniobra judicial y electoral controlada por el presidente Daniel Ortega y por su esposa, Rosario Murillo, quedó excluido de competir en los comicios.

Negó ser cómplice del gobernante al participar en una consulta que legitime una ?dictadura dinástica? que, supuestamente, Ortega ?como candidato a la presidencia por el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)? pretende instalar aliado a Murillo, candidata a la vicepresidencia.

Ahora de 65 años, este ingeniero industrial y financista y candidato a diputado tiene abundante historial político. Por su oposición a la dictadura somocista que gobernó en esta nación por más de 45 años, salió al exilio y fue secretario de una junta de gobierno multipartidista que, coordinada por Ortega y el FSLN, tomó el poder en 1979 al derrocamiento armado del somocismo.

Ya en su país, de 1979 a 1981 fue ministro de la presidencia de esa junta y presidente del Banco Central de 1981 a 1982, cuando rompió con los sandinistas. En el exilio, fue miembro de la dirección política de la ?contra? nicaragüense que, dirigida y financiada por Estados Unidos, combatió militarmente al FSLN, gobernó Nicaragua hasta 1990. Tras la derrota electoral de Ortega en 1990, fue presidente de la Asamblea Nacional de 1991 a 1993.

En 2013 asumió la jerarquía máxima del PC, que postula a Erick Cabeza a la presidencia y a Virginia Montoya a la vicepresidencia, aunque con remotas opciones de triunfo. Aparte del PC y del FSLN, otros cuatro partidos compiten por la presidencia.

¿Hay retroceso democrático en Nicaragua?

?Son elecciones con dos grandes carencias. Por primera vez desde 1990 no habrá observación electoral internacional. Es una carencia monumental, triste y grave. Nicaragua necesita certificar sus elecciones y eso sólo...

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