Elecciones Internas: Curso para entrones y luchonas

AutorAlberto Aguirre M.

¿Creen en el sufragio efectivo? ¿En el respeto al voto ciudadano como único camino para llegar al poder? ¿En la no reelección?

¿Creen en la libertad y soberanía de los estados y los municipios? ¿En la democracia, como destino para la nación mexicana?

El eco magnifica el coro de mil 500 voces en el auditorio "Jesús Alcántara Miranda", aledaño al edificio del PRI en Toluca, estado de México.

"Sí creemos".

En el escenario, sin templetes ni acompañantes, vestido de verde olivo, el único orador en el acto, Isidro Pastor Medrano, recordaba sus tiempos de seminarista:

¿Tienen fe en el PRI? ¿En su estado? ¿En México?

"Sí, tenemos fe".

Tomados de la mano, con un familiar como testigo, los aspirantes a precandidatos gritaban, luego de escuchar las 15 preguntas del líder estatal del tricolor.

Entonces... ¡Viva México! ¡Viva el estado de México! ¡Viva el PRI!

Era el mediodía del sábado 6 de julio. Transcurría conforme lo planeado la primera "ceremonia de compromiso", en la que los "aspirantes a precandidatos" hacían votos de obediencia a las reglas de este proceso interno, nunca antes desarrollado en la historia del PRI.

Primera de dos ceremonias, que entre los aspirantes y los dirigentes locales del tricolor fueron equiparadas con una misa. Que tuvieron lecturas, credo, una señal de la paz y hasta una especie de comunión.

Actos de arranque, dentro de una serie de actividades organizadas por la dirigencia estatal del PRI, sin autorización del Comité Ejecutivo Nacional, que incluyen pruebas físicas, psicométricas y de conocimientos, la aplicación de encuestas y un curso intensivo. Todo, para concluir con la postulación de los candidatos a las 124 presidencias municipales de la entidad.

Al iniciar las ceremonias, un haz de luz proyectado al escenario forma un renglón con estas frases: "Es el momento de entrarle con todo/A prepararse para gobernar/Son nuestra mejor selección/Compartamos un proyecto/Tú lo quieres así. Va lo mejor por ti".

En la entidad con más población y electores del país -13 millones de habitantes y 7.5 millones de votantes- el PRI continúa así con una tradición de experimentos electorales que arrancó en 1999, cuando Arturo Montiel Rojas ganó la gubernatura apoyado en el marketing político. Con el slogan: "Los derechos humanos son de los humanos, no de las ratas...", creación del publicista Carlos Alazraki, el priista pudo superar a su principal adversario, el panista José Luis Durán Reveles.

¿Cómo recuperar votos? Con una estrategia de "posicionamiento y penetración", interpretó la dirigen- cia del tricolor en la entidad, que tiene al frente al ex coordinador del Congreso, Isidro Pastor Medrano.

Luego de un ajuste al calendario electoral local, aprobado en la Cámara de Diputados el año pasado, las elecciones para renovar las 124 alcaldías y las 60 diputaciones locales quedaron programadas para el primer domingo de marzo próximo.

En las últimas elecciones locales, de agosto del 2000, el PRI perdió la mayoría que había recuperado en los comicios de 1996 y 1999. Sus candidatos perdieron en 52 municipios -30 con el PAN y 21 con el PRD- y en 26 de los 45 distritos locales. Los municipios más poblados de la entidad y los de mayor presupuesto tienen gobiernos de la oposición: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Tlalnepantla, Huixquilucan, Atizapán de Zaragoza, Texcoco, Toluca, Metepec, Coacalco, Nicolás Romero, Cuautitlán Izcalli+ Ahora, luego de dos años de Montiel al frente del gobierno estatal y con una nueva dirigencia nacional, los priistas mexiquenses no sólo quieren rescatar votos, sino el orgullo de militar en el partido.

...

No hay porras, ni acarreados, ni empujones para acercarse al presidium. El "día del compromiso" -ese sábado 6 de julio- se parece más a un concierto que a una tradicional toma de protesta.

Antes de entrar al auditorio hay que checar asistencia y cruzar por arcos detectores de metales. Adentro, el escenario con luz tenue. La mayoría de los aspirantes a precandidatos atendieron dos de las sugerencias de los organizadores: ir acompañados de un familiar (esposa o hijos, de preferencia) y vestir de verde olivo, como Pastor Medrano lo viene haciendo en los últimos meses.

Cuando todos ya están en sus lugares, se apagan las luces. Un rayo láser forma el logo del PRI y lo pone a girar.

Al fondo del escenario, tres pantallas gigantes se funden con imágenes de los volcanes, del Toreo de Cuatro Caminos, de las Torres de Satélite. La grandeza mexiquense en plenitud.

No hay maestro de ceremonias. La voz, en off, da la bienvenida a los aspirantes, "la fuerza de nuestro estado". De fondo sonoro, unos tambores prehispánicos, y en la pantalla, el azul del...

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