Sobreaviso/ Elección sin opciones
| Autor | René Delgado |
Los consejeros de Acción Nacional se encuentran frente a un serio problema. Hoy deberán optar por Luis Felipe Bravo o Carlos Medina Plascencia para dirigir a su partido pero, en el fondo, no tienen mucho de dónde escoger. No tienen una verdadera opción pero sí, en cambio, tienen mucho que definir y que decidir. El problema no es nada sencillo.
Por eso, quizá, resulte más interesante saber quiénes integrarán el Comité Ejecutivo de esa formación política que conocer cuál de los aspirantes se quedará con las riendas de la presidencia del partido. Los integrantes de ese órgano se convertirán en una suerte de cámara de compensación de las virtudes y los vicios políticos de Bravo y Medina.
Si la sabiduría y la sensatez política no acompañan hoy a los consejeros, el desenlace de la conquista histórica de la Presidencia de la República podría convertirse en un histórico dolor de cabeza y la integración de lo que será la próxima fracción parlamentaria albiazul en un enredo.
Los consejeros no tienen mucho de dónde escoger, pero tienen mucho que definir y decidir.
Desde una óptica esquemática, los proyectos partidistas que proponen Luis Felipe Bravo y Carlos Medina se han interpretado como una política de resistencia o de entrega del partido a la Presidencia de la República. Pero, desde luego, esa relación -central en el curso que puede tomar el partido y el Gobierno- es mucho más compleja.
Vista de esa forma la contienda, llama la atención que aquella porción del panismo interesada en sostener una relación sana con el Gobierno no haya postulado a uno de los suyos para presentarlo como una tercera opción que escapara a ese esquema polarizado.
En el registro de candidaturas a encabezar el partido sólo quedaron inscritos los nombres de Luis Felipe Bravo y de Carlos Medina Plascencia. Personajes que, en la percepción pública, polarizan los términos de la relación del partido con el Gobierno. El planteamiento es simple: optar por el uno o por el otro semeja un juego de todo o nada, de resistencia al Gobierno o de entrega al Gobierno.
De ahí que la decisión de fondo estará en la composición del Comité Ejecutivo Nacional, más que en la del presidente del partido. Sin mucho de dónde escoger, el juego trascendente de los consejeros deberá prestar atención tanto al cuerpo de la dirigencia como a la cabeza de ella.
En la composición de ese órgano de gobierno del partido, los consejeros de Acción Nacional dejarán ver hoy el grado de madurez política del panismo...
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