ELEC-CRÓNICAS / El valor de los grupos no institucionalizados

AutorFrancis Pisani

La empresa de deconstrucción de la modernidad a través de los libros (¿una paradoja?) sigue su curso. En el 2006, La larga cola de Chris Anderson anunciaba que abundancia y diversidad iban a sustituir el consumo de masas. El año pasado, David Weinberger nos enseñó en "Everything is Miscelaneous" que, en el universo digital, el desorden puede ser una virtud. "Here comes everybody", el último libro de Clay Shirky, consultor y profesor de la Universidad de Nueva York (NYU), nos muestra ahora que ya no necesitamos a las organizaciones para organizarnos.

No hace falta estar de acuerdo con todas las tesis avanzadas en esos libros para darse cuenta que estamos viviendo un cambio de época cuyos contornos es urgente localizar.

El núcleo del libro de Shirky, recién publicado en Estados Unidos, consiste en mostrar que formar grupos resulta mucho más barato que antes de la internet. No funcionan "como antes" y podrían volverse un desafío para las instituciones existentes, Shirky saca su inspiración de un artículo escrito en el 1937 y en el cual el economista Ronald Coase formulaba una pregunta fundamental: Si los mercados son tan eficientes, ¿por qué necesitamos empresas? Empleados y obreros podrían buscarse los unos a los otros y vender el fruto de su colaboración.

La explicación, dada por el mismo Coase, es que todas las transacciones necesarias para encontrar con quién trabajar así como la negociación de los acuerdos de colaboración cuestan caro (en dinero, tiempo y atención).

"Las empresas", según Coase, "bajan los costos de las transacciones para los esfuerzos de grupo".

Esto les da una ventaja económica con relación a los mercados en determinadas situaciones, explica Shirky en una entrevista con el sitio Ars Technica.

En su libro, sin embargo, precisa que hay un factor limitante poderoso a esta gestión:el costo de la propia gestión. Cada vez que los costos de las transacciones se vuelven demasiado caros para ser manejados dentro de una organización, los mercados tienen mejores resultados que las empresas. Hay un techo por encima del cual las empresas pierden su eficacia económica.

La principal aportación de Shirky consiste en mostrar que la baja en los costos de las transacciones -que se han "derrumbado" debido a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación-, revela la existencia de un piso que nadie había visto.

"Ahora que se puede lograr una coordinación a gran escala y a bajo precio, una tercera categoría ha emergido: un trabajo...

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