Elec-Crónicas/ De negocio a negocio

AutorFrancis Pisani

Todo mundo sabe que Internet se está convirtiendo en un instrumento fundamental para la vida económica pero, hasta ahora, el público se ha fijado sobre todo en las relaciones entre las empresas y sus clientes. El ejemplo más sonado es sin duda Amazon.com, el campeón en esta categoría. Sin embargo, este sector no representa más que una pequeña rebanada de la torta que está en juego. Lo esencial hoy en día es Internet como instrumento de relación entre las empresas, fenómeno conocido en inglés como business to business o B2B para abreviar. Es ahí donde se puede ganar la mayor cantidad de dinero, y es ahí donde se edifica ya una parte básica de las relaciones de poder del mundo de mañana.

Dichos intercambios, que alcanzan los 109 mil millones de dólares hoy en día, deberían llegar a 1.3 mil millones de dólares en 2003, según el buró de estudios Forrester Research. Algunos responsables de IBM estiman que entre el 30 y el 40 por ciento de la relaciones entre empresas pasarán por Internet en 2004.

Las compañías especializadas en B2B pueden por supuesto intervenir de múltiples formas: como intermediarios, facilitando el outsourcing, al permitir que las empresas coloquen publicidad en sus sites, etc, pero una de las modalidades más exitosas consiste en erigirse en auténticas bolsas virtuales para subastar productos y servicios. Se trata de sites al estilo e-Bay (www.ebay.com), pero en ellos se intercambia todo aquello que puede ser útil para una determinada actividad. Un buen ejemplo entre los más conocidos es E-steel (www.esteel.com), donde mil 021 empresas acereras (desde fundidoras hasta distribuidores) de 63 países venden y cubren una buena parte de sus necesidades.

Los aires de locura que soplan en este sector ilustran y amplifican ciertos rasgos fundamentales de la nueva economía. Los inversionistas saben que sólo un número reducido de compañías logrará imponerse, pero como nadie puede adivinar cuáles serán, suelen invertir en todas con la esperanza de que al menos uno de los caballos a los que han apostado salga ganador. Y como los perdedores serán adquiridos por los otros, los riesgos son mínimos. La diferencia está entre obtener el premio mayor o...

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